martes, 20 de febrero de 2007

Miedo


Dicen que la fe mueve montañas. El miedo también. Fe y meido, al final estarán más cerca de lo que creemos.

9 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

"fe y meido".

¡genial lapsus, amigo Pez! 'Fe y me-ido'. Acaba de dar con la clave de toda creencia: su condición de separación, su perderse esencial, su 'ya-me-he-ido'. Creer es siempre un 'irse', un escindirse de lo real camino del ideal. Ese subconsciente suyo, querido amigo, no sólo está preñado de miquelines, jajajaj. Me alegro.

shalom!

Anónimo dijo...

"Tengo mouto meido". ¿Mamachicho dixit?

Anónimo dijo...

Le anónimo se muá.

El Pez Martillo dijo...

Llámenlo lapsus, yo lo llamo "dedos rápidos". Iba a editarlo, pero en vista de que os da juego, pues como que lo dejo (no pienso decir nada sobre los miquelines)

Un saludo.

Jarttita. dijo...

Ojú, Fe y Miedo!!. Qué buena definición de la semana que me espera!!.

El Pez Martillo dijo...

Jartitta, si no lei mal en tu blog, estás metida en unas oposiciones. ¿estoy en lo cierto?. Por eso es por lo que Horrach en otros lados te desea suerte. Tanto si acierto como si no, yo también te la deseo, que siempre viene bien que te den ánimos. No pierdas la fe y que el miedo no te bloquee.

Saludos.

El Pez Martillo dijo...

Horrach, yo hablaría mejor de huida, más que de un simple "irse". Toda creencia (y todo situarse en un mundo es un modo de creer) es una huida, un camino sin retorno. Y también pondría yo el acento más en el destino que en el origen de esa huida. Es decir, en lugar de huir de lo real, destacaría que es un huir hacia el dominio, el control (que, precisamente sería el control de lo real, pero en la forma de mundo, por lo que la escisión se mantendría).

Jarttita. dijo...

Gracias.:).

El Pez Martillo dijo...

A ti