martes, 2 de diciembre de 2008

Poe en Kiliedro

El tres de octubre de 1849 se celebraban elecciones legislativas en la ciudad de Baltimore. Frente a una taberna de mala muerte, llamada Ryan's Tavern, un hombre se encontraba en un profundo estado de delirio. Un cliente, Joseph W. Walter, reconoció a uno de ellos. Se trataba de Edgar Allan Poe, un popular conferenciante y autor del poema El cuervo, que leía en concurridas sesiones. Con premura, escribió una nota avisando a un médico conocido de ambos, el doctor Joseph E. Snodgrass, apremiándole para que acuda a recoger al escritor. Fue trasladado al hospital de la Universidad de Washington, y allí los recuerdos del doctor que lo atendió, John Joseph Moran describen a un desgraciado sumido en visiones terroríficas (por lo demás, tan propias de sus relatos) y apenas capaz de balbucear frases incoherentes. Se mostró especialmente agresivo con cualquier persona que se le acercara, y de continuo profería alaridos en los que llamaba a un tal Reynolds, un explorador polar que le inspiró su novela Narración de Arthur Gordon Pym. Parece que tuvo algun momento de lucidez, en el que preguntó si aún quedaba alguna esperanza para un miserable como él. La agonía se prolongó durante cuatro días, finalizando a las cinco de la madrugada del siete de octubre. Su médico relató que sus últimas palabras fueron: “Que Dios ayude a mi pobre alma”. Seguir leyendo

4 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Interesante la historia (de la que usted ya me había adelantado algo, jejejej).

¿Sabía que Stallone escribió un guión para un biopic sobre Poe? También quería producirlo, ¡y para colmo protagonizarlo! (es que ves la foto de Poe y es clavadito al tío Sylvester...), allá por mediados de los 80, y le propuso nada menos que a Kubrick que la dirigiera. Kubrick dijo que no, claro, pero me parece que ni se llegó a leer el guión de ese pedazo de artista que es 'el Potro Italiano', jajaja.

El Pez Martillo dijo...

No conocía la historia del tito silvestre, pero ahora que lo dice, sí que le da un aire a Poe (me lo imagina con el bigote, rollo "Silvestre Alcántara", jajajaj). Menos mal que no salió adelante, aunque no estaría mal que se hiciera alguna peli sobre él (ya ve que tuvo una vida interesante).

Se han hecho películas adaptando (muy libremente) algunas de sus historias. Las solía protagonizar el gran Vincent Price allá por los sesenta.

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Sí, varias películas de la Hammer se basaban en cuentos de Poe, y tenían su gracia (aunque tampoco eran obras maestras).

El Pez Martillo dijo...

La gracia de las pelis de la Hammer está precisamente en no ser obras maestras. Tienen un punto cutre que las hace interesantes.