miércoles, 4 de febrero de 2009

¿Profundo?


Miramos al mar y lo que vemos es su superficie. Inmensa, abrumadora. Hablamos del mar y pensamos en ella. Y ya nos parece enorme. Pero el vértigo se produce cuando nos paramos a pensar en su profundidad y en todo lo que ella esconde.

Igualmente, al referirnos a los demás y a las cosas, sólo nos deslizamos por su superficie, y pocos son los que saben entrar en sus abismos. Pero puede que no ocurra como con el mar, y nos sorprendamos de su (nuestra) poca hondura (, al igual que en las zonas pantanosas, lobreguez y hedor.

No hay comentarios: