martes, 27 de junio de 2006

Reacción en cadena


¿Cuántas de mis neuronas murieron mientras ella me rechazaba?¿En qué regiones del cerebro estaban?¿Cuántos recuerdos se llevaron con ellas?¿Eran fundamentales en mi personalidad?¿Hubieran muerto las mismas si ella hubiera pronunciado un "sí"? Muy posiblemente ya no vaya a ser el mismo, porque mi configuración neuronal fue sacudida por un shock emocional, que precipitó la muerte de unas cuantas de mis células nerviosas. Estaban en el filo, manteniéndose en pie con dificultad. Y entonces llegaron esas ondas sonoras asesinas, que hicieron vibrar mi sistema auditivo, provocando un impulso al nervio auditivo. Cuando mis centros conscientes descifraron su significado, una reacción se desató en todo mi cuerpo. La boca del estómago se contrajo, un relámpago de frío me recorrió la espalda, mi frecuencia cardíaca se aceleró, después de un breve parón de apenas un segundo, y mis centros superiores intentaron controlar la musculatura facial para que no pareciera que estaba demasiado afectado. Pero la procesión corría por dentro, invadiendo todos y cada uno de los rincones de mi cuerpo (¿puedo decir con propiedad que es mío?¿puedo hablar de un Yo?). Y las neuronas morían en silencio, sin hacerse notar, del mismo en que vivieron sus vidas.

Tal vez ella se eche atrás y se replatee las cosas (vanas esperanzas, de ilusión también se vive). Y tal vez entonces sea yo el que, conforme a mi nueva configuración provocada por sus palabras, la rechace.

1 comentario:

Cvalda dijo...

Animo...

Quizás las cosas no tenían que ser esta vez...