miércoles, 23 de agosto de 2006

Etimologías


Usamos las palabras sin saber lo que significan exactamente, creyendo que quieren decir una cosa cuando en realidad significan otra (o al menos no al 100% lo que creíamos). Las palabras, tan neutras y asépticas, tienen historia, y puede llegar a ser sorprendente lo que esconden en ellas. Por eso me encanta descubrir los significados ocultos que encierran, o lo que han querido decir en otros tiempos o en el idioma original del que provienen.

A modo de ejemplo: recordar, del laín recordare, literalmente "hacer volver a pasar por el corazón". Con ello pone de manifiesto que el corazón es el auténtico órgano vital, que todo en la vida tiene una base sentimental, y que si queremos evocar algo del pasado con más o menos la misma intensidad, hay que volverlo a hacer pasar por el órgano del sentimiento, por el corazón.

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