domingo, 30 de diciembre de 2007

Sanctus Januarius

Nietzsche en 1882

«Tú, que con lanza de fuego,
rompes el hielo de mi alma,
para que efervescente corra al mar,
a la más alta de sus esperanzas,
cada vez más clara, cada vez más sana;
libre en el deber más lleno de amor,
por eso ensalza los milagros que haces tú,
¡el más bello de los eneros!»

Enero Santo. Así tituló Nietzsche el cuarto libro de La gaya ciencia, debido al estado de gracia que experimentó en ese mes del año 1882. Los problemas de salud que le atormentaban desde hacía años desaparecieron, y en una excitación sin precedentes, pudo escribir sin ninguna clase de molestia. En su peregrinar por Europa en busca de las condiciones idóneas para su salud (era hipersensible a los cambios de clima, y continuamente se tenía que estar trasladando en busca de un tiempo templado y claro), había recalado en Génova, y allí se encontró con un enero apacible. Despejado, sereno, ese clima no pudo sentarle mejor, y se nota en lo que escribió durante ese tiempo, una prosa inflamada, apasionada, ágil, sugerente y rica en imágenes poéticas y pensamientos.

Pero la calma no sólo sigue a la tormenta, sino que también la precede, y la tormenta llegó en abril, en forma de mujer. A partir de entonces pasaron unos meses de ilusión, sufrimiento y desesperación. Y así, desesperado, llegó el filósofo al siguiente enero, el de 1883. En eĺ, lejos de la tranquilidad de un año antes, pero preñado de dolor, engendró su más bella criatura, la obra por la que más se le ha conocido: Así habló Zaratustra. También fue en Italia, en la tranquila localidad de Rapallo, y también en un enero apacible e inhabitualmente sereno, lo cual volvió a repercutir en una cierta salud y facilidad creativa.

Y es que el mes de enero en el mediterráneo es de una serenidad pasmosa. Tal vez los días más tranquilos del año estén en enero. Los más fríos también. En Mallorca hablamos de "ses calmes des gener" (las calmas de enero). El cielo es de un claro azul, y hay dias enteros sin ninguna nube. El mar está liso (de una planície increíble), y ni siquiera la mínima ondulación lo perturba. Apenas hay viento, y la gente, tímidamente, empieza a acercarse a la costa a pasear, anticipando la primavera que llegará en un par de meses.

Además, enero es el mes dedicado al dios Jano, el de las dos caras. Y en Nápoles, ciudad que Nietzsche conocía de unos años antes, se venera precisamente al Sanctus Januarius (San Gennaro), mártir andrógino, con características masculinas y femeninas (según la tradición, padecía pérdidas periódicas de sangre), que no parece ser sino una versión de ese dios pagano con dos rostros, capaz de mirar hacia atrás y hacia adelante desde el mismo punto. Y para quien esté un poco puesto en Nietzsche, esto nos lleva a un famoso pasaje del Zaratustra, donde se nos muestra el ahora como el punto en el que se encuentran el pasado y el futuro, el lugar en el que convergen. Todos somos jánicos, en nosotros se unen la flecha del pasado y la del futuro. Y todo (no es poco) lo que hemos de hacer es recogerlas y hacerlas nuestras.

Amor fati: esta es la enseñanza que le aportó a Nietzsche su enero santo. "Quiero aprender cada día a considerar como belleza lo que de necesario tienen las cosas; así seré de los que embellecen las cosas. Amor fati: sea este en adelante mi amor. No quiero hacer la guerra a la fealdad. No quiero acusar, ni siquiera a los acusadores. Sea mi única negación apartar la mirada. Y sobretodo, para ver lo grande, quiero en cualesquiera circunstancias no ser por esta vez más que afirmador"

viernes, 28 de diciembre de 2007

San Herodes


Los Santos Inocentes. Hoy se conmemora la matanza de niños perpetrada por Herodes al enterarse de que había nacido el Mesías. La historia, al menos, nos dice eso. Es el día de las inocentadas, encaminadas a mostrarnos que somos unos animales más bien confiados y dispuestos a tragarnos cualquier cosa.

Pero centrémonos en Herodes, que, y esto es un dato poco conocido es el patrón no oficial de todos los que trabajamos con niños. Algunas veces, cuando alguno se pone rebelde, se le invoca. Y también, algunas veces, nuestras plegarias son escuchadas...

jueves, 27 de diciembre de 2007

Tengo una pregunta para usted



Todo en esta vida es ambivalente, y puede tener efectos negativos o positivos. Además, parece que cuanto mejor es lo que se puede alcanzar, mayores son los riesgos. A pesar de todo, hay que arriesgar.

En las próximas elecciones generales otorgaré mi voto al candidato que responda afirmativamente a la siguiente pregunta: "¿Esta usted dispuesto a abandonar a su esposa?". Lo digo porque un presidente encoñado tal vez sea lo que necesitamos en estos momentos. Sobretodo si creemos a los entendidos, que dicen que el amor dura cuatro años...

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Heráclito el oscuro. Fragmentos.


1. Aunque esta razón existe siempre, los hombres se tornan incapaces de comprenderla, tanto antes de oírla como una vez que la han oído. En efecto, aun cuando todo sucede según esta razón, parecen inexpertos al experimentar con palabras y acciones tales como las que yo describo, cuando distingo cada una según la naturaleza y muestro cómo es; pero a los demás hombres les pasan inadvertidas cuantas cosas hacen despiertos, del mismo modo que les pasan inadvertidas cuantas hacen mientras duermen.

2. Por lo cual es necesario seguir a lo común; pero aunque la razón es común, la mayoría viven como si tuvieran una inteligencia particular.

5. En vano se purifican manchándose con sangre, como si alguien, tras sumergirse en el fango, con fango se limpiara: parecería haber enloquecido, si alguno de los hombres advirtiera de qué modo obra. Y hacen sus plegarias a ídolos, tal como si alguien se pusiera a conversar con casas, sin saber qué pueden ser dioses ni héroes.

7. Si todas las cosas se convirtieran en humo, las narices discernirían.

8. Todo sucede según discordia.

10. Acoplamientos: cosas íntegras y no íntegras, convergente divergente, consonante disonante; de todas las cosas una y una de todas las cosas.

12. Sobre quienes se bañan en los mismos ríos afluyen aguas distintas y otras distintas.

17. La mayoría no comprende cosas tales como aquellas con que se encuentran, ni las conocen aunque se las hayan enseñado, sino que creen haberlas entendido por sí mismos.

18. Si no se espera lo inesperado, no se lo hallará, dado lo inhallable y difícil de acceder que es.

21. Muerte es cuantas cosas vemos al despertar, sueño cuantas vemos al dormir.

25. Muertes más grandes obtienen suertes más grandes.

29. Los mejores escogen una cosa en lugar de todas: gloria perpetua en lugar de cosas mortales; pero la mayoría es saciada como el ganado.

30. Este mundo, el mismo para todos, ninguno de los dioses ni de los hombres lo ha hecho, sino que existió siempre, existe y existirá en tanto fuego siempre-vivo, encendiéndose con medida y con medida apagándose.

32. Uno, lo único sabio, quiere y no quiere ser llamado con el nombre de Zeus.

33. Es ley, también, obedecer la voluntad de lo Uno.

34. Incapaces de comprender tras escuchar, se asemejan a sordos; de ellos da testimonio el proverbio: aunque estén presentes, están ausentes.

40. Mucha erudición no enseña comprensión; si no, se la habría enseñado a Hesíodo y a Pitágoras y, a su turno, tanto a Jenófanes como a Hecateo.

41. Una sola cosa es lo sabio: conocer la Inteligencia que guía todas las cosas a través de todas.

44. El pueblo debe combatir más por la ley que por los muros de su ciudad.

45. Los límites del alma no los hallarás andando, cualquiera sea el camino que recorras; tan profundo es su fundamento.

47. No hagamos conjeturas al azar acerca de las cosas supremas.

49. Uno solo es para mí como miles, si es el mejor.

50. Cuando se escucha, no a mí, sino a la Razón, es sabio convenir en que todas las cosas son una.

51. No entienden cómo, al divergir, se converge consigo mismo: armonía propia del tender en direcciones opuestas, como la del arco y de la lira.

52. El tiempo es un niño que juega, buscando dificultar los movimientos del otro: reinado de un niño.

53. Guerra es padre de todos, rey de todos: a unos ha acreditado como dioses, a otros como hombres; a unos ha hecho esclavos, a otros libres.

54. La armonía invisible vale más que la visible.

57. Maestro de muchos es Hesíodo: consideran que sabe muchas cosas éste, quien no conoció el día y la noche, ya que son una sola cosa.

60. El camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo.

61. El mar es el agua más pura y más contaminada: para los peces es potable y saludable; para los hombres, impotable y mortífera.

62. Inmortales mortales, mortales inmortales, viviendo la muerte de aquéllos, muriendo la vida de éstos.

73. No se debe hacer ni decir como los que duermen.

75. Los que duermen son hacedores y colaboradores de lo que sucede en el mundo.

80. Es necesario saber que la guerra es común, y la justicia discordia, y que todo sucede según discordia y necesidad.

85. Difícil es combatir con el corazón: pues lo que desea se compra al precio de la vida.

86. La mayoría de las cosas divinas escapan al conocimiento por falta de fe.

88. Como una misma cosa está en nosotros lo viviente y lo muerto, así como lo despierto y lo dormido, lo joven y lo viejo; pues éstos, al cambiar, son aquéllos, y aquéllos, al cambiar, son éstos.

89. Para los despiertos hay un mundo único y común, mientras que cada uno de los que duermen se vuelve hacia uno particular.

93. El Señor, cuyo oráculo está en Delfos, no dice ni oculta, sino indica por medio de signos.

95. La ignorancia es mejor disimularla.

102. Para el dios todas las cosas son bellas y justas, mientras los hombres han supuesto que unas son injustas y otras justas.

104. ¿Qué es lo que comprenden o se proponen? ¿Hacen caso a los aedos del pueblo y toman como maestro a la masa, ignorando que muchos son los malos, pocos los buenos?

107. Malos testigos son para los hombres los ojos y los oídos cuando se tienen almas bárbaras.

108. De cuantos he escuchado discursos, ninguno llega hasta el punto de comprender que lo sabio es distinto de todas las cosas.

111. La enfermedad hace a la salud agradable y buena; el hambre, a la saciedad; la fatiga, al reposo.

112. El comprender es la suprema perfección, y la verdadera sabiduría hablar y obrar según la naturaleza, estando atentos.

119. El carácter es para el hombre su demonio.

123. A la naturaleza le place ocultarse.

martes, 25 de diciembre de 2007

El cant de sa Sibil.la





Lo jorn del Judici
parrà qui haurà fet servici.
Jesucrist, Rei universal,
home i ver Déu eternal,
del cel vindrà per a jutjar
i a cada u lo just darà.
Gran foc del cel davallarà;
mars, fonts i rius, tot cremarà.
Daran los peixos horribles crits
perdent los seus naturals delits.
Ans del Judici l'Anticrist vindrà
i a tot lo món turment darà,
i se farà com Déu servir,
i qui no el crega farà morir.
Lo seu regnat serà molt breu;
en aquell temps sots poder seu
moriran màrtirs tots a un lloc
aquells dos sants, Elies i Enoc.
Lo sol perdrà sa claredat
mostrant-se fosc i entelat,
la lluna no darà claror
i tot lo món serà tristor.
Als mals dirà molt agrament:
—Anau, maleïts, en el turment!
anau-vos-ne en el foc etern
amb vòstron príncep de l'infern!
Als bons dirà:—Fills meus, veniu!
benaventurats posseïu
el regne que us he aparellat
des que lo món va esser creat!
Oh humil Verge! Vós qui heu parit
Jesús Infant aquesta nit,
a vòstron Fill vullau pregar
que de l'infern vulla'ns lliurar!
Lo jorn del Judici
parrà qui haurà fet servici.

Ecos de anoche III

Por primera vez en casi dos años de blog, voy a colgar dos entradas el mismo día. La ocasión, el empacho y la resaca lo merecen. Ahí van varios momentos estelares de la noche:





Y si nos ponen esta, hubiera sido la locura:

lunes, 24 de diciembre de 2007

On the road again...


Los venidos a la isla de fuera son una fuente inagotable de datos sobre Mallorca. Sus observaciones hacen que uno se de cuenta de cosas que de otro modo no llamarían lo más mínimo la atención de los aborígenes. Una de estas cosas, que me han comentado en muchas ocasiones, es lo mal que se conduce por aquí. Uno de los detalles más llamativos es la costumbre (no se me ocurre otra palabra para decirlo) de no usar los intermitentes. Efectivamente, es raro ver un intermitente puesto. Bueno, sólo se ponen cuando no se han de poner (cuando no queda más remedio que ir hacia un lado). O eso, o se te tiran diez minutos circulando con el intermitente puesto, que no sabes bien lo que van a hacer. Lo más curioso es que se acaba desarrollando la capacidad de anticipar los movimientos que los otros coches van a hacer, aunque no siempre se acierta.

La cuestión es que, ciertamente, se circula muy mal en esta isla. Y si a esto le añadimos que se trata de una de las regiones del mundo con mayor densidad de vehículos (tocamos a casi un coche por habitnte, y nos acercamos peligrosamente al millón de habitantes), no es difícil imaginar cómo es conducir por nuestras carreteras.

Lo curioso es que estos que tanto se quejan de lo mal que se conduce aquí algo deben de poner de su parte, porque si no, con la de veces que he oído eso de "qué mal que se conduce", la cosa debería funcionar un poco mejor. Vamos, digo yo...

domingo, 23 de diciembre de 2007

Al fondo, la meta.


Siempre he tenido la intuición de que voy a morir joven. Ir cumpliendo días debería alegrarme, puesto que significa ser cada vez menos joven. Pero al mismo tiempo implica que el final se acerca. Y estos achaques que vengo sufriendo de un tiempo a esta parte no auguran nada bueno. ¿O si?.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Muddy Waters & Rolling Stones. Mannish Boy.

Quienes me conocen saben que me gusta mucho el blues. Y que Muddy Waters es uno de mis bluesmen favoritos. Y que Mannish Boy una de sus canciones que más me gusta. Y también que soy más de los Beatles que de los Stones. Pero bueno, este video es grande:

viernes, 21 de diciembre de 2007

La bolsa o la vida


"Quien por inclinación o apetito sustrae algo a sus amigos, como pueda ser la novia, se comporta de modo muy envilecido, pues igual que ha apetecido a la novia del amigo, también pudiera sentir inclinación hacia su bolsa"

Immanuel Kant
Lecciones de ética

He aquí un impagable fragmento del filósofo que pergeñó lo del imperativo categórico. Sí, eso de “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio”, pero que aquí parece poner el medio -la bolsa- por encima de la persona -la novia. Y lo peor es que parece desconocoer que a veces duele mucho más lo de la novia que lo de la bolsa.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Escasez


Con el tiempo, tiendo a adoptar una visión más radical e intransigente sobre la filosofía y los filósofos. Así, he llegado a pensar que la mayoría de las generaciones son estériles filosóficamente. Quiero decir, la filosofía no es una labor de grupo. Sólo hay filósofos, y sólo surge uno muy de tanto en tanto. Uno o dos por siglo a lo sumo. El resto, comentaristas (más o menos brillantes y sugerentes, ciertamente) y paja.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Granada


En el ágora, la gente nos otorga una personalidad, una imagen, un Yo. En buena parte, nuestro Yo coincide con el que se nos adjudica. Pero conviene dejar una plaza fuerte frente a los demás, un reducto, algo que quede no-tocado (que, en sentido estricto, no sería más Yo, puesto que el Yo es más los demás que yo). El problema es cuando nos acabamos creyendo ese Yo alieno, adoptando siempre la forma que la sociedad nos otorga. Entonces nos perdemos, nos alienamos y estamos a merced. Puede que el individualismo tenga mucho de esto. Cuando nos abandonamos, creyendo afirmarnos, nos situamos al borde de la desaparición.

martes, 18 de diciembre de 2007

Forasters


Una de las cosas que más llama la atención al que viene a Mallorca de fuera es la categorización social que ostentamos. Como en todas partes, hay clases altas y bajas, medias y outsiders. Pero nosotros tenemos una división más, la de los mallorquines y la de los forasters. En general se aplica este término a todo aquel individuo venido de la península, y en general se ha venido usando de modo despectivo (incluso hay un genérico, es forasterum, que viene a ser algo así como un sinónimo de la chusma). Sucede que el carácter isleño es cerrado y ve con desconfianza a todo el venido de fuera. Todo pueblo, para mejor blindar su identidad, se diferencia, en general poniéndose por encima de los vecinos, y el caso de ls islas, al ser geográficamente cerradas, facilita más este cierre psicológico frente a las otras poblaciones. Si a esto le añadimos una historia plagada de invasiones, conquistas, razzias y reconquistas, se comprende mejor esta tendencia a mirar mal a todo el venido de fuera.

El tema de los forasters se agudiza (desconozco si existía antes) a lo largo del siglo XX, sobretodo después del llamado boom turístico, acaecido a partir de los años 50. Para poder atender a la masiva llegada de turistas, la isla (igual que toda la costa mediterránea) recibió una oleada de inmigración masiva venida sobretodo de las regiones más empobrecidas del país (el sur, hablando en términos generales). Como eran pobres y necesitaban el trabajo, vinieron con lo puesto y no tenían mucho que aportar más que su trabajo. Así, se generó una imagen sobre ellos que era básicamente la de gente con poca cultura, pobre y potencialmente conflictiva. Por eso, el mallorquín, de entrada, no se mezcalaba mucho con ellos, y la mala consideración empezó a cundir. A pesar de ello, la oleada fue tan grande (si hablamos en sentido estricto, no ha terminado nunca, y a ella se han añadido nuevas oleadas migratorias, esta vez desde el extranjero) que poco a poco fue calando, transformando la isla con su trabajo y con sus maneras de ser.

En esta tesitura, que empezaran a surgir parejas mixtas mallorquín/a-foraster/a era cuestión de tiempo. Y surgieron. Vaya si surgieron. Y esto permitió que la situación se normalizara, a pesar de lo cual, hoy en día se sigue usando el término foraster, no en un tono tan in sultante como antes, pero sí con cierta intención ofensiva (uno, que es un poco cabroncete, cuando alguien le toca las narices más de la cuenta, en seguida provoca las iras de los demás con la cosa de la forastería). Incluso hay quien pretende aún una cierta pureza de sangre, sacando árboles genealógicos para justificar ciertos derechos sobre los impuros (a servidor, por seguir hablando de mí mismo, que es fruto de uno de esos matrimonios mixtos, una vez le retiraron la palabra por ser "mig foraster").

El tema de los forasters da para mucho, y ellos mismos lo esgrimen a veces para adoptar posturas victimistas (sobretodo cuando están ante alguien mallorquín) o para generar conversación. Pero no se puede negar que es una de las peculiaridades que tiene esta peculiar tierra. Otro día soltaré la parrafada sobre otra clase de especímenes muy característica de Mallorca y del resto de las islas (que por cierto, no sé si se da esto de los forasters en las otras Baleares, en las Canarias sí que pasa algo parecido): los picadors.

PD: tengo la sensación de que he escrito mucho para decir más bien nada.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Gourmet


Por etimología, la palabra sabio esta relacionada con el gusto, con el paladar. El sapiens, el que sabe, es aquél que sabe discernir y separar unas cosas de otras, que, en definitva, es capaz de distinguir los más variados matices en lo que le rodea. Nuestra civilización, tan apegada a lo visual, tuvo que acudir al gusto para denominar a los que se supone que son sus más altos ejemplares. Y esto no deja de ser otra más de las anomalías que nos alimentan. Tanto, que incluso muchos de esos sabios se han dejado llevar por esa ansia visual y colorista, quedándose en la distancia del mirar y el ver. Y, si algo nos debe enseñar la etimología expuesta, es que lo propio de la sabiduría es la proximidad y el contacto íntimo, que sólo se logra con el gusto. Se puede contraargumentar que el tacto también implica esa proximidad. Pero no, porque el degustar forma parte del proceso de ingestión y digestión, que, creo yo, es algo de vital importancia para el que aspire a sabio. Quiero decir, que por mucho que se sepa, si uno no se lo hace suyo (lo in-corpora, lo hace cuerpo), es un trabajo inútil.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Noche hospitalaria


Un hospital de noche puede llegar a ser de lo más lóbrego. Largos pasillos sumidos en la semioscuridad. Salas de espera, despachos y quirófanos, de día tan llenos de actividad, por la noche están vacíos y aprecen extraños. Es difícil encontrarse con alguien a según que horas, y cualquier cruce con otra persona adquiere una tonalidad irreal. Si por la mañana nadie repararía en la presencia propia, ahora es inevitable mirar a los ojos, no sin cierto temor, sobretodo si el sujeto en cuestión no va con un uniforme reconocible.

Las pisadas se ven acompañadas por su eco, que resuena en todas partes. Los sonidos llegan hasta zonas insospechadas, pudiendo llegarse a oír las risas de un grupo de enfermeras que, a la vuelta de dos esquinas del pasillo, apuran uno de los múltiples cafés que han de tomar para mantener el tipo toda la velada. Algunos médicos circulan, con cara de zombi, para ir a atender a algún enfermo que haya empeorado o que haya sufrido alguna incidencia.

Y, aunque no se crea, no se puede evitar pensar en todas esas historias que se cuentan sobre los hospitles, de apariciones y sucesos extraños. Porque la noche es traidora, y las certezas que a la luz del sol nos parecen inconmovibles, ahora, con unos pocos fluorescentes en marcha y el ominoso silencio, se tambalean de forma peligrosa. Chorradas, eso es lo que uno piensa. Pero al mismo tiempo se acelera el paso para llegar al destino lo más rápido posible. Por si acaso. No vaya a ser que sea verdad lo que aquella vez me contó una compañera... Tal vez por eso la gente se lo piense un poco antes de darse una vuelta por el hospital de noche.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Siempre presente


Hay una clase de tristeza que empapa, que no provoca el llanto, que está siempre presente, como una especie de telón de fondo para la vida. Incluso en los momentos alegres se la puede sentir ahí.

martes, 11 de diciembre de 2007

¿Desperdicio?


En cierta ocasión me preguntaron sobre los besos que más me habían marcado. Mi respuesta fue automática:

"Los que no he dado"

Se me tomó a broma.

lunes, 10 de diciembre de 2007

To er mundo é güeno


No sé qué pasa pero desde hace unos días la gente con la que me encuentro está muy amable. Todo son sonrisas y palabras agradables. ¿Será el "espíritu navideño"? ¿O es que buscan algo? ¿Puede que sea yo, que estoy mucho más positivo y veo reflejado en los demás lo que transmito? En cualquier caso, espero que la cosa dure, porque la verdad, se está bien así.

domingo, 9 de diciembre de 2007

La noche que Dylan se volvió eléctrico

Hoy, un pedazo de historia de la música contemporánea: la noche que Dylan se electrizó, provocando un tremendo escándalo. Fue un domingo, 25 de Julio de 1966, en el festival Folk de Newport, en el que Dylan llevaba unas cuantas ediciones triunfando y saliendo por la puerta grande. Se trataba de un festival que reunía a las máximas figuras del folk, y allí Dylan fue coronado como el sucesor de Woody Guthrie y Pete Seeger con sus mal llamadas canciones protesta. Actuaba él sólo con su guitarra y su armónica. No necesitaba nada más. Pero llegó 1966 y este fue uno de los momentos cumbre de su actuación. El punto en el que sale con una banda y cambia su guitarra acústica por una eléctrica. Visto desde hoy en día puede parecer una tontería. Pero se armó bien gorda entre los puristas del folk, que veían en él a un auténtico dios. Se le abucheó, pitó, insultó, y tuvieron que contener a Pete Seeger, que hacha en mano, amenazaba con cortar todos los cables para que no sonaran esos sonidos infernales. A partir de entonces, el escándalo se extendió a todas las actuaciones que hizo en los siguientes meses, donde lo más suave que se le decía era Judas.
El Folk perdió a su máxima estrella, pero la música salió ganando, y posiblemente estemos ante el momento más trascendental de la historia de la música popular del siglo XX (tal vez sólo la primera actuación de los Beatles en los EEUU pueda estar a su altura). No en vano los expertos han considerado esta canción como la mejor de todo el siglo (aunque él, muy con los pies en la tierra, no quiera prestar atención a estas cosas)



Con las prisas no he dicho qué canción es, pero no creo que necesite demasiada presentación. Like a rolling stone.

Y como me siento generoso, ahí dejo otra perla dylaniana, de su último álbum (Modern Times, 2006): When the deal goes down, con actriz de moda incluida.

sábado, 8 de diciembre de 2007

John Lennon. God.

Con el tiempo, uno va dejando de lado sus mitos, va despojándose de todo aquello en lo que ha creído, tal vez sólo para abrazar nuevos credos. Yo ya no creo en él, pero cuando llega el 8 de diciembre, no puedo evitar dedicarle algún recuerdo.


jueves, 6 de diciembre de 2007

La Gaya Ciencia


125.- El loco.

¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: "¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!". Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en dios, sus gritos provocaron enormes risotadas. ¿Es que se te ha perdido?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? - así gritaban y reían alborozadamente. El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. "¿Qué a dónde se ha ido Dios? -exclamó-, os lo voy a decir.
Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos su asesino. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caemos continuamente? ¿Hacia delante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? ¿No nos roza el soplo del espacio vació? ¿No hace más frío? ¿No viene de contiuno la noche y cada vez más noche? ¿No tenemos que encender faroles a mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina? ¡También los dioses se pudren! ¡Dios ha muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer dignos de ella? Nunca hubo un acto tan grande y quien nazca después de nosotros formará parte, por mor de ese acto, de una historia más elevada que todas las historias que hubo nunca hasta ahora". Aquí, el loco se calló y volvió a mirar a su auditorio: también ellos callaban y lo miraban perplejos. Finalmente, arrojó su farol al suelo, de tal modo que se rompió en pedazos y se apagó. "Vengo demasiado pronto -dijo entonces-, todavía no ha llegado mi tiempo. Este enorme suceso todavía está en camino y no ha llegado hasta los oídos de los hombres. El rayo y el trueno necesitan tiempo, la luz de los astros necesita tiempo, los actos necesitan tiempo, incluso después de realizados, a fin de ser vistos y oídos. Este acto está todavía más lejos de ellos que las más lejanas estrellas y, sin embargo son ellos los que lo han cometido."Todavía se cuenta que el loco entró aquel mismo día en varias iglesias y entonó en ellas su Requiem aeternan deo. Una vez conducido al exterior e interpelado contestó siempre esta única frase: "¿Pues, qué son ahora ya estas iglesias, más que las tumbas y panteones de Dios?".


341.- El peso más grande.

¿Qué ocurriría si, un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijese: "Esta vida, como tú ahora la vives y la has vivido, deberás vivirla aún otra vez e innumerables veces, y no habrá en ella nunca nada nuevo, sino que cada dolor y ada placer, y cada pensamiento y cada suspiro, y cada cosa indeciblemente pequeña y grande de tu vida deberá retornar a ti, y todas en la misma secuencia y sucesión -y así también esta araña y esta luz de luna entre las ramas y así también este instante y yo mismo. ¡La eterna clepsidra de la existencia se invierte siempre de nuevo y tú con ella, granito del polvo!"? ¿No te arrojarías al suelo, rechinando los dientes y maldiciendo al demonio que te ha hablado de esta forma? ¿O quizás has vivido una vez un instante infinito, en que tu respuesta habría sido la siguiente: "Tu eres un dios y jamás oí nada más divino"? Si ese pensamiento se apoderase de ti, te haría experimentar, tal como eres ahora, una transformación y tal vez te trituraría; ¡la pregunta sobre cualquier cosa: "Quieres esto otra vez e innumerables veces más?" pesaría sobre tu obrar como el peso más grande! O también, ¿cuánto deberías amarte a ti mismo y a la vida para no desear ya otra cosa que esta última, eterna sanción, este sello?.

Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900)
La Gaya Ciencia

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Esos malditos bajitos

En mi cada vez más dilatada experiencia con niños, poco a poco me he ido convenciendo de que estas pequeñas criaturas son unos auténticos cabrones. Manipuladores y chantajistas, se aprovechan de los sentimientos tiernos y protectores que en los adultos generan para hacer lo que les da la gana. Es más, esos sentimientos pueden ser entendidos como una estrategia evolutiva para no matarlos a las primeras de cambio y generar en nosotros una ceguera ante sus actuaciones diabólicas. Porque, al fin y al cabo (y muy a menudo por desgracia), son el futuro.

Cada vez lo tengo más claro: si Satanás ha de aparecérseme alguna vez, lo hará en forma de niño. Quién sabe, tal vez alguna vez ya me lo haya cruzado. Y hasta a lo mejor le he salvado la vida...

domingo, 2 de diciembre de 2007

El recubrimiento


Se suele señalar el vestido como un medio de abrigo, una mera arma para soportar las frías temperatras. No negaré que algo de eso haya, pero supongo que hay algo más en el hecho de que nuestros ancestros decidieran cubrir sus cuerpos con pieles. A bote pronto, sin ninguna clase de datos a favor (ni en contra), sin revisiones bibliográficas (tal vez a nadie se le hayan ocurrido estas cosas), me atrevería a proponer la idea de que el vestido surgió de forma paralela a la mentira, al ocultamiento de regiones mentales, al disimulo y la discreción. Con él nos quedábamos con algo sólo para nosotros y los nuestros, algo que no queríamos enseñar a los demás. Y algo que mostrábamos e intentábamos disimular con los ropajes que nos visten. Y esto debió surgir también al mismo tiempo que las primeras sociedades más o menos complejas, esas que iban un poco más allá del mero clan simiesco. No hace falta decir que con todo ello aparece también la moralidad, porque hacía falta regular lo que se muestra y lo que se debe mantener en un segundo plano, los mínimos de sinceridad necesarios para el sostenimiento de una sociedad de individuos fingidores-enmascarados-disfrazados.

Tomando esto, podemos dar un paso más allá e interpretar la progresiva tendencia a irnos despojando de ropas e ir enseñando cada vez más partes de nuestra piel como un reflejo de la tendencia a ocultar de cada vez menos (tal vez porque haya menos complejidad y más simpleza, es decir, mucho menos que ocultar) de nosotros mismos. Y si, como barrunto, la sociedad empezó con el ocultamiento, tal vez el desocultamiento marque el final. O un nuevo comienzo, quién sabe.

sábado, 1 de diciembre de 2007

La ciencia moderna


Conociendo un poco el mundo de las ciencias (soy de ciencias puras, aunque con el tiempo me haya pasado a las letras), uno se da cuenta de que no es oro todo lo que reluce. Que no hay tanta objetividad y desinterés como nos venden, que los científicos no son esas gentes volcadas en su trabajo y que sólo viven para sus estudios, que no es inocente lo que se investiga (la ciencia en sí no lo es, no todo viene dado), que no se busca conocer y explicar la realidad (sino sólo la parte del mundo conveniente en cada momento), y que, los encargados de ponerla en práctica (al menos en lo que tengo más cerca, el mundo sanitario), no se mueven tanto por certezas y datos objetivos como por corazonadas e intuiciones (y a menudo auténticos golpes de suerte e inspiración, eso cuando no tienen ni puñetera idea y sacan todo el arsenal de pruebas pretendidamente objetivas, en un dar palos de ciego que, ciertamente, algún resultado da).

Y si no, una prueba, hoy es el día internacional contra el SIDA (no sé si se llama exactamente así, pero no importa) y, casualidades de la vida, se publica ayer esta noticia, que, si no fuera porque los científicos no se mueven por intereses materiales y viven consagrados a su búsqueda, me haría pensar en que han esperado a este día para que los medios se hagan eco del asunto y así multiplicar sus ventas (y que los patrocinadores recuperen la inversión, claro está, corregida y aumentada).

Lo peor es que ellos mismos se creen toda la pléyade de leyendas tejidas en torno a su actividad. Claro, se les (nos) entrena para ello en las universidades. Y uno tiene la sensación de que vivimos con unos esquemas que ya no son adecuados a nuestra época, que arrastramos, en esto y en muchas otras cosas, unos parámetros que se han movido y que ya no valen. Si no fuera porque seguimos creyendo en ellos (pero ya sólo creyendo).