jueves, 2 de octubre de 2008

Fechas


En la mayoría de tumbas, al nombre lo acompañan dos fechas, la de nacimiento y la de defunción. En realidad, esos números no nos dicen nada de la vida de la persona que ahí yace, tan sólo aportan dos límites externos a ella. ¿Acaso alguien recuerda su nacimiento o su muerte? Son dos puntos en los que no estamos. Sin embargo, hay otras fechas que sí son importantes para cada uno de nosotros. Días en los que nos han ocurrido cosas que valoramos, hechos fundamentales en nuestras existencias, que se han grabado a fuego en nuestra memoria. Esas fechas son las que tendríamos que poner en las tumbas, expresando que ese cuerpo vivió. Sería un buen epitafio. Por si acaso, ahí van las fechas que no he podido olvidar:

1-X-1989
13-I-1994
14-III-2004
10-IX-2006

Son pocas, y seguro que hay algunas en las que me han pasado cosas más importantes, pero estos días son los que se quedaron registrados, los que, cuando se acercan, me obligan a echar la vista atrás y recordar las circunstancias que en ellos tuvieron lugar, y los que tienen mucho que decir de lo que yo soy ahora mismo.


1 comentario:

PENSADORA dijo...

JO QUE MEMORIA! yo como mucho me sé la fecha de mi nacimiento y algunas aproximaciones tipo "para estos días de hace tantos años..."