jueves, 25 de diciembre de 2008

La Sibil.la

En Mallorca, todos los 24 de diciembre (en realidad el 25), en la Misa del Gallo, se escenifica una tradición que viene de muchos siglos atrás y que sólo se mantiene viva aquí y en algunas localidades catalanas e italianas, aunque es aquí donde tiene más arraigo y donde perdura de forma ininterrumpida desde la Edad Media. Se trata de "El cant de la Sibil.la", una pieza musical cantada en un catalán antiquísimo (difícil de entender para un catalanoparlante de hoy) y acompañada de órgano en la que se nos relatan los sucesos del fin del mundo. Austera y tétrica por momentos, en contraste con la supuesta alegría de estos días (tengo mis sospechas de que esto de que la Navidad haya de ser alegre es un aderezo más bien moderno), se cuela y toca algunas fibras, porque no se comprende que gente alejada de lo religioso se haya acercado esta noche a las iglesias (Lluc y la Catedral son las principales) sólo para oir las profecías de la sibila, esa joven que, espada en mano, anuncia los más terribles acontecimientos.

El año pasado puse en el blos la letra y un fragmento de audio, pero este año la he encontrado completa, gracias a la retransmisión que hizo en 2007 la televisión autonómica desde la Catedral. Ahí la dejo:

2 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

A Cristina Van Roy la escuché por primera vez la navidad de 2006, si no recuerdo mal, en Sant Jaume. No lo hace mal, pero no es de mis intérpretes favoritas (recuerdo a una sublime, en la iglesia de la Soledad, a finales de los 80).

Esta es la versión que colgué en el Goear: http://www.goear.com/listen.php?v=b1de0e2

Un matiz: creo recordar que la Sibila se canta a eso de las 23 y algo, así que todavía es día 24.

El Pez Martillo dijo...

Ahora que nombra a la Van Roy, ¿ha visto que este año en Lluc también la ha interpretado una chica de orígenes "exóticos" (era medio rusa o algo así...)? Supongo que será por eso de demostrar su mallorquinidad siendo más mallorquines que los mallorquines.

Y sí, puede que sea a las 23 y pico. La época que mi familia iba a la misa del gallo fue cuando se emepzó a poner de moda eso de hacerla a las 20, por eso de que los niños también pudiéramos ir (ya sabe, esa estúpida idea de que la Navidad es cosa de niños).