jueves, 16 de julio de 2009

Móvil motor


Una plaza céntrica de la ciudad. El bochorno es insoportable. Un grupo de post-preadolescentes ha abordado un grupito de chicas de su misma edad. Ellos, acicalados según manda el canon de la decadente metrosexualidad hortera de futbolista, se acercan, les hablan, con mirada penetrante. Ellas parecen, de entrada, rehuir el contacto, pero, coquetas, sonríen y se dejan querer, como mandan los cánones de las chiquillas aspirantes a modelo y futura pareja de futbolista metrosexual. Un "típica" escena de galanteo post-postmoderna.

A apenas unos metros de ellos, dos palomas copulan. Sonrío. Ellas no se han tenido que hablar de amor, ni piropearse, ni nada de eso. Es lo que quieren los otros (tanto ellos como ellas, no nos engañemos), pero por otras vías, con otros aderezos y protocolos. Todos conducentes al mismo efímero y pleno instante. Mi sonrisa se ensancha. El amor, en todas sus vertientes y posibilidades, mueve el mundo.

1 comentario:

PENSADORA dijo...

Chico pez! que "amoroso" te encuentro en estos últimos posts...