martes, 30 de noviembre de 2010

Metaamor

 A veces tengo la sensación de que tenemos las miras tan puestas en las idealizadas relaciones que nos han vendido el cine, la televisión y demás, (o incluso en aquella  que no vivimos lo que tenemos delante. De que por no ser exactamente iguales entre sí (unas son mejores, otras peores, más o menos intensas, cómodas o difćiles), nos perdemos lo que la vida nos ofrece, o al menos no lo saboreamos.  Hay relaciones que nos marcan y otras que no tanto, y me parece absurdo pretender que todas sean el Gran Amor. A veces pienso que ahí está buena parte de las frustaciones que a todos nos invaden en estos asuntos, cargándonos cosas que no están tan mal en el fondo.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Cambio de temporada

Hay gente que cuando allá por septiembre empieza a hacer algunas noches frescas, e incluso algunos días ya empiezan a ser para nada calurosos, sacan los abrigos y los ropajes invernales. Igualmente, cuando en febrero-marzo los días soleados empieza a notarse el agradable calorcito solar se ponen la manga corta. Es algo que no entiendo y no comparto. Servidor hace más bien todo lo contrario, estamos a las puertas de diciembre y hace unos días que saqué el abrigo (y bajo él sólo llevo una simple camisa). Claro que luego hasta mayo no me quitaré el anorak.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Soltar lastre

La vida te va poniendo en mil y un quehaceres. Algunos los escoges tú. Otros te vienen impuestos de forma colateral por los primeros. Llega un día en que todo lo que se tiene en marcha se entorpece entre sí. Y uno querría seguir con todo, pero se llega a un punto en el que hay que seleccionar y quedarse con lo que más te interesa. Parece simple, pero no es fácil.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Aroma de hospital

De todos es conocida la fuerza de los olores. Los más sutiles aromas son capaces de despertar recuerdos y reacciones como pocas otras cosas. Si los ojos son el espejo del alma, la nariz es la puerta. Uno de esos olores que a todo el mundo le provoca algo es el de los hospitales. A algunos les disgusta hasta el punto de encontrarse mal. A otros les es más indiferente, pero hay que reconocer que casi todo el mundo lo podría identificar sin titubear, y que es uno de las más característicos. 
A mí me ocurre algo especial con el olor de hospital. Debido a que me gano el pan en uno de ellos, motivo por el cual paso horas dentro, mi nariz se ha vuelto insensible. Estoy tan acostumbrado que no lo huelo. Tan sólo en algunas y contadas ocasiones he redescubierto con cierto placer el aroma de mi hospital. Lo curioso es que me ocurre únicamente con mi hospital, porque al entrar en cualquier otro, como a todo hijo de vecino, lo primero que le viene es ese penetrante aroma de la desinfección, las medicinas y la enfermedad mezclados.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Dudosa prensa

Por mi trabajo, a veces entro en contacto con hechos que luego salen en la prensa. Y debo decir que en ninguna ocasión han dicho las cosas tal y como son, siempre hay al menos algún dato que no dan bien. Y eso que ponen empeño: llaman a la unidad haciéndose pasar por policías, bomberos, por familiares, e incluso por directivos del hospital pidiendo hablar con los médicos o con quien sea para informarse.

Sea como fuere, la cuestión es clara: si en cosas relativamente fáciles de documentar (a no ser que alguien se dedique a no darles la información con la claridad debida...) no informan bien, no quiero ni pensar lo que ocurre con asuntos más complejos o abstractos. 

Menos mal que la prensa sirve para otras cosas con el pretexto de informar, que si sirviera sólo para informar...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Pago por adelantado

¿Porqué hay cosas que hay que pagarlas por adelantado? Puedo entenderlo si se trata de una entrada (a un concierto, al cine...), por aquello de la limitación de espacios. O si es algo material, que te llevas de la tienda, también (imaginen si no fuera así, nadie iría luego a pagar). Pero que haya cosas que se tengan que pagar antes de que ocurran me parece un poco de jeta, ¿no?. Más que nada porque a mí me pagan a final de mes, y lo más lógico parece pagar a trabajo hecho (así se supone que el trabajador estará más motivado e interesado en hacerlo óptimamente). Supongo que alguna razón habrá, nada se hace sin razón, pero puede que las razones sean muy peregrinas o poco consistentes.

martes, 23 de noviembre de 2010

Política bizarra

A propósito de las elecciones catalanas y el frikismo del que han hecho gala (¿dónde ha quedado aquello del seny?, ¿o es que en realidad era una leyenda urbana?), he dado en pensar que una buena forma de acercarse a los procesos electorales es mediante los partidos marginales que se presentan. Porque aunque la realidad del país es de cada vez más bipartidista (aunque al final siempre acaben trinfando terceros), hay un sinnúmero de partidos que nunca obtienen representación pero que tienen el valor (y a veces la poca vergüenza) de presentarse a los comicios. A veces por llamar la atención, otras para estorbar, y a menudo para conseguir un fin concreto, hay están. Ahí va una somera lista (no se pierdan los anuncios electorales): 

Partido de la Asociación de Viudas y Esposas Legales
Partido del Mutuo Apoyo Romántico
Grupo Político Honradez Absoluta Española
Ciudadanos Agobiados y Cabreados
Partido de la Sandía con Tres Avances
Partido de la Unión de Cinturones Apretados
Partido del Bien
Partido Existencialista Independiente

Seguiremos atentos.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Dispersión

Es difícil centrarse en estos tiempos. El ruido de fondo es tal, los estímulos tantos y tan variados, que dedicarse a fondo a hacer algo es una tarea titánica que requiere de grandes dosis de fuerza de voluntad. Fuerza que es minada por todas partes y que tarde o temprano flaquea. Algunos días afortunados puedes trabajar duro, pero hay jornadas en las que no sacas nada en claro. Esto genera frustración, la cual dificulta alcanzar la disposición de ánimo adecuada para desplazar a un lado toda la interferencia y centrarse. Se crea así un círculo vicioso o espiral descendente difícil pero no imposible de combatir. Sólo es cuestión de aprovechar los buenos días y remontar el vuelo.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Sincronicidades

Se dice que las desgracias vienen den tres en tres, o que los aviones caen de dos en dos. Por alguna clase de ocultos mecanismos, hay cosas que se sincronizan y ocurren a la vez o con extraña simultaneidad. En el ámbito hospitalario también ocurre. Algunas veces tienes que atender cuadros poco frecuentes por partida doble, o triple, porque en cuestión de días acuden al hospital varios pacientes con el mismo mal. No se trata de cuestiones de temporada (tipo gripes y demás) en las que es previsible la acumulación de casos, sino de cosas infrecuentes y raras, que precisamente por esa poca frecuencia hacen improbable la simultaneidad. Pero ocurre. Y también pasa que, cuando estamos hasta los topes y con trabajo duro, ocurra lo mismo en todo el hospital y también en todos los hospitales de la región. Y viceversa, que estando en días de escaso trabajo, esto también se extienda a todos los hospitales. 

Es curioso cómo se sincronizan algunas cosas. Hasta parece que alguien lo haya ideado así.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Mosaicos

Nuestra época es fragmentaria, aunque se dé aires de globalidad y completitud. En realidad todas lo son. Lo que las distingue es la forma en que los fragmentos generan una imagen. Y temo que nosotros no compongamos nada identificable, nada hermoso, nada digno. Aunque bueno, para poder ver esa imagen hay que tomar distancia, y eso es lo que nos falta aún con respecto a nuestro tiempo. Lo que a todo tiempo le falta. Pero que tiene respecto a casi todos los demás. De ahí la nota pesimista, el "cualqueir tiempo pasado fue mejor", que viene de no ver nada en el presente de lo que sí se ve en el pasado. Esta misma distancia cierra las épocas pretéritas, son algo ya hecho, terminado, y lo que ha sido culminado siempre tendrá mayor aura y prestigio que lo abierto. 

Pero nosotros somos lo abierto, somos la apertura, hecho que motiva la continua insatisfacción, la infinita movilidad de los presentes, y el ansia de la paz de los pretéritos. Paz que no se logrará hasta que no demos el paso al pasado. Pero entonces ya no estaremos allí. Entonces habrá una imagen. Que sea bella u horrible, no dependerá de nosotros. ¿Porqué preocuperse, entonces? Porque somos lo abierto. Y lo abierto anhela el cierre. El fragmento desea y solicita que haya una totalidad de la que forme parte. La tesela, un mosaico que le dé sentido.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Mudándonos a Son Espases (una serie de catastróficas desdichas ¿I?)

¿Porqué hacer las cosas bien, cuando se pueden hacer mal? Este lema debe ser ley inquebrantable en la administración, porque da la impresión de que ni dejando las cosas al azar, a rebufo de la entropía, saldrían mejor.

Viene esto a cuento de la situación generada por el traslado del vetusto Son Dureta al flamante Son Espases, que hora a hora va degenerando de ilusionante a indignante. Para empezar, los acabados de la construcción no parecen muy finos. La sensación que te queda tras visitar el nuevo hospital es que no resistirá demasiado. Un edificio de estas características debe aguantar mucho trasiego y el desgaste es importante, y no parece que los materiales, como de Playmobil, vayan a cumplir su misión. Al tiempo, deseo estar equivocado (con que no tengan aluminosis dentro de 30 años, como ocurre con algunos edificios de Son Dureta, ya nos daremos con un canto en los dientes). 

Seguiremos con el asunto del aparcamiento. Que hay que pagar. Algunos hablan de copago. Ojalá así fuera, pero es que para abaratar el coste de la construcción se ha concedido la explotación del aparcamiento (y otros servicios) a la constructora, propiedad del ínclito Florentino Pérez. Bueno, vale, hay que pagar, ¿pero se creerán ustedes que hasta ayer no hubo un anuncio "oficial" de cuánto costaría la cosa?,¿y que a pesar de ello aún nadie nos pueda decir nada de cómo se hará?, ¿y que encima la administración se cuelgue medallas porque ha conseguido que al personal no nos lo cobren igual que a los visitantes?. Claro, así se han generado toda clase de rumores y habladurías varias, a cuál más exagerada y tremendista, haciendo que cundiera el pánico entre el personal. 

Prosigamos. Quedan un par de semanas para que se haga el traslado al nuevo hospital, y aún queda mucho por hacer. Los jefes de servicio se han quejado, diciendo que no se hacen responsables de lo que pueda ocurrir. Los sindicatos (apuntándose al carro, hay que dar la cara, que vienen elecciones sindicales) han pedido que se retrase el traslado. Las autoridades, dando muestra de su talante, han manifestado que están abiertas a retrasarlo. Aún no se sabe si nos iremos más tarde, pero parece que el retraso no va a ser de más de 10 días. ¿Hemos de aplaudir por este acto de generosidad?. Por lo visto, las unidades aún estar por montar, y no entiendo mucho de abrir hospitales nuevos, pero intuyo que tenerlo listo es algo más que tener las camas puestas (y es algo que ni siquiera está ahí). 

Con el personal también hay tela que cortar. Porque como las unidades se reestructuran, algunas quedarán con más personal y habrá que hacer turnos de trabajo distintos. Y esto es algo que se ha sabido muy recientemente, y en algunos sitios aún no está claro. Además, si al final la cosa se retrasa, el traslado se hará unos días antes de Navidad, con lo cual mucha gente estará fastidiada (muchos trabajadores son peninsulares, y aprovechan estos días para irse a sus casas, pero por la cosa del traslado, no se van a dar días libres). Eso por no hablar de todos los servicios que a partir de ahora serán subcontratados, en los que el personal ha estado meses preguntando lo que iba a ocurrir con ellos, sin que nadie les diera respuesta. 

A poco más de medio mes para la gran mudanza, se organizan reuniones informativas. En las que no te informan de nada. La gente pregunta, y no hay respuestas claras.

Con el aparataje nuevo la cosa no es mejor. Durante meses han traído distintos modelos y fabricantes para que probemos bombas, monitores, respiradores y demás. Se suponía que era para que fuéramos viendo cuáles nos iban mejor y poder ayudar con nuestras valoraciones en la compra. Al final, han escogido los aparatos que peor impresión causaron, en un ejemplar ejercicio de asesoramiento inverso (si sugiero blanco, ellos escogen negro). Los aplausos se tornan ovación. 

Capítulo aparte es el asunto de la informatización. Por si la mudanza fuera poco, encima se implanta la historia electrónica. Tiene su lógica, era ahora o nunca. Es algo difícil y complicado, y me consta que hace tiempo que se trabaja en ello. Hace semanas que está en marcha, y las quejas se acumulan. Se contrató una empresa americana (oooh, americana) para hacerlo. Y se enseñó al personal, pero con carencias: se pidieron voluntarios para la formación y no se cribaron (no al menos lo suficiente), se enseñó no a todo el mundo (por ejemplo, de entrada sólo a la gente con plaza e interina), muchos profesionales pasaron olímpicamente de las clases, y la duración no fue suficiente. El hecho de que se impartieran  en verano, con las vacaciones y demás de por medio tampoco ayudó mucho. En su descargo diremos que nunca se había puesto en marcha un plan de docencia tan ambicioso y amplio.

Para terminar, la carretera. El acceso por carretera, como compete a otra administración (cosas de la descentralización) no está terminado, ni lo estará cuando el grueso de pacientes se traslade.

Todo esto se agrava si uno tiene en cuenta que hace años que el hospital se estaba construyendo, y que además se ha contratado una empresa experta en este tipo de traslados, que se supone que lleva tiempo trabajando en ello. Y supongo que era así, pero la sensación que deja todo lo precedente, y algunas cosas más, es la de la improvisación. No es que todo tuviera que salir rodado y sin problemas. Una mudanza de estas características no es fácil, los contratiempos son múltiples y a veces hay que ir a salto de mata, pero hay cosas que no tienen perdón de Dios. Quiero confíar en que hay alguien que tiene las cosas claras en este traslado. Pero nos lo ponen difícil. 

Paralelamente a este proceso, Palma se ha llenado de carteles anunciando el nuevo hospital, "uno de los mejores de Europa", dicen. A día de hoy, permítanme que lo dude. Tal vez algún día, si nos dejan. Por lo pronto, sólo genera nervios, frustración y pataletas como esta. Desearía que algún día se transformara en orgullo. Al menos habrá servido de algo. Pero conociendo el paño y la tendencia, me temo que va a ser que no.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Sociedad de la información

Ufanos nos sentimos al proclamar que estamos en la sociedad de la información, que tenemos al alcance de la mano cualquier dato que queramos, y que todo en el mundo es codificado y almacenado. Como si eso nos hiciera más sabios y más seguros, más dominantes. Y sucede más bien al contrario, que la avalancha de información y datos es tal, que nos ha sepultado y amenaza con asfixiarnos. Eso si no hemos muerto ya y esto no es más que una especie de purgatorio. O infierno.

martes, 16 de noviembre de 2010

La verdad


208. La verdad

¿Cómo podría ser ella para nosotros ese último resto de la extrema decadencia de la alétheia (idea) platónica?, la validez de correcciones en sí como ideal, la máxima de todas las indiferencias e impotencias?

Verdad es, en tanto evento de lo verdadero, el quiebre abismal, en el que el ente llega a la desaveniencia y tiene que estar en la contienda. 

Pero verdad tampoco es para nosotros lo sujetado, ese sospechoso descendiente de las valideces en sí. Aunque tampoco es lo meramente contrario, el grosero fluir y permanecer disponible de todas las opiniones. Es el centro abismal, que se estremece al paso del dios y de este modo es el fundamento resistente para la fundación del ser-ahícreativo. 

Verdad es la gran despreciadora de todo "verdadero", pues éste olvida de inmediato la verdad, el seguro atizamiento de la simplicidad de lo único en tanto respectivamente esencial.

Martin Heidegger
Aportes a la filosofía . Acerca del evento.

lunes, 15 de noviembre de 2010

A cámara lenta

Todos hemos experimentado la variable viscosidad del transcurrir temporal. Hay momentos en que el tiempo se dilata, y los minutos pasan con pasmosa lentitud. Y viceversa, cuando se nos pasan las horas como si fueran minutos. A otro nivel, pero muy relacionado, está la forma en que contemplamos y vivenciamos algunos acontecimientos. Suelen ser momentos que reclaman toda nuestra atención, que se centra en todos los detalles, penetrando más allá del habitual trato tangencial con las cosas. Es entonces cuando las cosas adquieren una cualidad extraña y transcurren ralentizadas, como en cámara lenta. Suelen ser segundos, pero quedan en la memoria grabadas a fuego.

domingo, 14 de noviembre de 2010

El tsunami sónico de Matt Elliott

Hace cosa de año y medio tuve la oportunidad de ver a este tipo en directo. Era una sala pequñea, ideada para conferencias, con un aforo que apenas llegaba a las 200 personas.Fue toda una experiencia. Una orgía de sonido ensordecedora que todavía resuena en los canales smicirculares de mis oídos, que todavía estimula mis nervios auditivos.
MATT ELIOTT Tourcoing,FR 12 fev. 2009
Cargado por chudaboy_dailymotion. - Explorar otros videos musicales.

sábado, 13 de noviembre de 2010

El exorcista y yo

Otro de mis recuerdos cinematográficos es el de la primera vez que vi El Exorcista. Tenía no más de trece años, y me fascinaba el género del terror. Esa película en concreto tenía aura y leyenda, incluso a nivel familiar (mi madre cuenta cuando tiene la oportunidad la impresión que le causó y las noches que no le dejó irse a dormir con tranquilidad). Una amiga me pasó una cinta VHS grabada de la televisión, y cuando llegó el momento me dispuse a disfrutar de su visionado. Me decepcionó, al menos como película de terror. Estaba bien hecha y la historia no estaba mal. Y sí, era algo que debería asustar y mantenerte con el vello erizado. Pero a mí me hizo reír. 
Más adelante la volví a ver, ya sin la risa floja y la tontería de la pubertad, y me dejó bastante frío. Es algo que me extraña, en vista del impacto que tuvo y tiene entre el personal, y de lo mucho que me gusta el género. Menos mal que otras películas consideradas clásicos sí que me gustaron e impactaron, porque si no ya empezaría a dudar de mi sensibilidad para estas cosas. ¿O sí?

viernes, 12 de noviembre de 2010

And the winner is...

Hay algo obsceno en recibir premios. En que otros piensen que eres idóneo u óptimo (hablamos de premios, pero en realidad vale para casi todo en la vida). Tal vez más obsceno todavía sea presentarse a ellos. 

jueves, 11 de noviembre de 2010

La vall de Sóller

Aunque la imagen de Mallorca que ha triunfado y que se ha explotado de forma intensiva es la de la playa, los paisajes isleños que uno más ama son los de montaña. La Serra de Tramuntana, con sus modestas alturas (si las comparamos con otras, aunque están muy bien para el tamaño de la isla), esconde algunos de los rincones más hermosos de nuestra geografía. Uno de ellos es el valle de Sóller, situado más o menos a la mitad de la sierra, tras los muros de la Serra d'Alfàbia (fácilmente reconocibles por albergar en sus cimas el repetidor de televisión y radio). Constituye una especie de isla dentro de la isla, ya que la orografía dificultó durante siglos la comunicación con el resto del territorio, tanto que hace cien años se hizo un tren que atravesaba las montañas y ponía un poco más fácil el acceso (tren que se mantiene hoy en día tal y como era entonces). Hace apenas dos décadas, se hizo un túnel para la carretera, permitiendo que los sollerics y el resto de mallorquines pudieran visitarse sin tener que usar el mítico y temido Coll de Sóller (la tortuosa y complicada carretera que durante años era el único vínculo entre el valle y el resto de la isla).

Al estar embutido entre las montañas, el paisaje del valle es soberbio, y sirve de arranque para muchas excursiones por el monte, en las que se puede disfrutar de bellos rincones y vistas. Y si no, se puede uno dar una vuelta por el pueblo, con sus edificios modernistas, su calle de la luna, su iglesia. O coger el tranvía y acercarse al puerto. O ir a las vecinas poblaciones de Biniaraix y Fornalutx, también en el valle, pequeños pueblos de montaña con sus casas de piedra y callejas llenas de encanto. 

Aunque lo ideal es acercarse en mayo, cuando se celebra el Firó, fiesta en la que se recuerda la invasión sarracena  de 1561 y la feroz resistencia del pueblo. Las calles se llenan de moros y pagesos, de trabucos que se disparan en todas partes, se recrean batallas y se riega todo con licor de hierbas. Toda una experiencia en la que conviene no llevar sombrero (acaban destrozados a trabucazos) ni ir demasiado bien vestido, ya que todo el mundo acaba pringado del betún que los "moros" llevan en la cara. Eso cuando no eres mujer y los sarracenos te raptan...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Colgador automático

Ahora, además de contestadores automáticos, hay llamadores automáticos. Te suena el teléfono, respondes, y tras unos instantes de silencio, te habla una voz enlatada que te ofrece algo. Si no resulta agradable dejar mensajes en los contestadores, que te llamen las máquinas es, directamente, iritante. Pero admito que una cosa buena sí tienen: les puedes colgar sin que te parezca una falta de educación.

martes, 9 de noviembre de 2010

Más sobre los negocios de la música

Prosigiuendo con el asunto discográfico, no sólo es que las tiendas hayan hecho en buena medida dejación de lo que se supone que es su labor. Las discográficas y los artistas también tienen su buena parte de culpa en los supuestos problemas. En primer lugar, se dedican a reeditar en bonitas cajas cosas que hace años que están en el mercado con la excusa de peregrinas mejoras tecnológicas (remasters, mono, estéreo...). Ciertamente, puede que a los coleccionistas y fans locos les encante, y también que sirva para revivificar cosas interesantes del pasado. No me parece mal en algunos casos, pero cuando se acaba convirtiendo en norma, la cosa cambia. Un caso especial son esas ediciones de coleccionista de discos de éxito que salen a posteriori (o sea, una vez han visto que la cosa puede vender), y que se reducen a lo mismo de antes, pero con una caja vistosa y alguna canción más (que a lo sumo será una remezcla, una demo, o una versión alternativa de otra).

Capítulo aparte están los que se dedican a regrabar sus grandes éxitos. Así parece material más nuevo, y como son versiones distintas, la gente pasa por caja. Eso cuando no lo hacen en plan sinfónico, lo cual ya es la repanocha. De nuevo, en algunos tiene gracia, pero en todos, cansa. 

Luego están los sobredimensionados (legión hoy en día): gentes que no aportan prácticamente nada que no sea una repetición de lo que se ha hecho toda la vida, pero que van crecidos (por ellos mismos o por toda la publicidad que se les pone detrás) y parece que son los más rompedores y vanguardistas. No se trata de que todos los grupos y artistas tengan que ser revolucionarios y cambiar los esquemas, pero que al menos no se lo crean. La tradición no está tan mal. 

Viendo este panorama (a todos nos vienen unos cuantos nombres en cada caso), a veces dan ganas de reír cuando se ponen estupendos con la cosa de las descargas "ilegales". Que hagan algo digno, y ya veremos si nos decidimos a comprarles su disco. Que esa es otra, quieren hacernos creer que cada disco que nos bajamos es un disco que no compramos (hasta parece que ellos se lo creen).

lunes, 8 de noviembre de 2010

Menos (y peores) tiendas de discos

De unos años acá, el número de tiendas de discos ha ido disminuyendo de forma alarmante. Incluso la sección dedicada a ellos en las grandes superfícies se ha reducido. Se le echa la culpa a la cosa de las descargas de Internet y a la piratería. Y en gran medida debe serlo. Pero no debemos perder de vista el hecho de que de todas las tiendas de discos que había y que quedan, tan sólo unas pocas pueden llamarse así.

Y es que no se puede tener un mostrador de "novedades" en el que aparezcan CDs que llevan más de dos años en circulación. Ni preguntar y que no sepan nada. Ni dedicar cada vez más espacio a muñequitos, chapas, camisetas y demás parafernalia accesoria del mundo musical. Eso, y luego acusar a los clientes que dejan de acudir a sus establecimientos sin ninguna clase de autocrítica. Sabemos que Internet ha dado un vuelco en la relación que tenemos con lo audiovisual, es cierto. Pero ellos tampoco han hecho nada por mejorarlo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

A mí también me marcaron los Goonies

Permítanme hoy un pequeño ejercicio de nostalgia. Resulta que se cumplen 25 años de los Goonies, película que marcó a muchos de los que ahora andamos en la treintena. Nos pilló en la media infancia, cerca de los diez años, en ese momento en que se es muy receptivo para las aventuras y la fantasía. Y claro, la historia de un grupo de niños/jóvenes en busca de un fantástico tesoro pirata mientras huyen de la persecución de la mafia lo tenía todo para encandilarnos a muchos.


Aún recuerdo la primera vez que la vi. Fue en el colegio, en cuarto de EGB. El profesor, Maximiliano, nos llevaba a veces en las clases de la tarde a ver películas que alquilaba (ahora intuyo que en realidad quería escaquearse de dar la clase, y esa era la excusa). La sala de video era un sitio lúgubre. Situada en la parte más vieja del edificio (el colegio tenía cerca de cien años), se accedía a ella por pasillos estrechos, mal iluminados y de techo bajo. La sala no era de lo más grande, en algún tiempo fue una especie de capillita, ya que no tenía ventanas y había una hornacina en la pared, lugar que ocupaban el televisor y el video. El camino y la sala en sí nos impresionaban un poco, predisponiéndonos emocionalmente a las películas que nos ponía el profesor (allí mismo vi los Cazafantasmas, Grease, Top secret...). Era una especie de ruta iniciática hacia el cine, ya que se trata de las primeras películas que recuerdo haber visto con plena conciencia, estando atento y enterándome de (casi) todo. 

No fue la última vez que vi la película. Hice que mis padres la alquilaran, y cuando la dieron por televisión, la grabé y la revisité siempre que tenía ocasión, como hacen los niños, que son capaces de visionar infinitas veces su cinta favorita. Mis compañeros y yo nos lanzamos a inventar mapas y a buscar tesoros, e incluso creamos un "club goonies", con carnet y todo, e incluso teníamos nuestra chica favorita de entre el grupo de protagonistas (en una edad en la que las chicas aún nos quedaban algo lejos). No fue mala época, la recuerdo ahora con una sonrisa, desde la distancia de los años que han pasado. 

Ahora hace mucho que no he vuelto a ver los Goonies, muchos años. Pero aún recuerdo muchos detalles, y también la trama(cosa que no puedo decir de otras películas que he visto más recientemente). Y aunque haga demasiado, a veces todavía me descubro imitando a Sloth cuando como chocolate: ¡Chocolateeee!

viernes, 5 de noviembre de 2010

Patriotismo desteñido

Hace una eternidad, cuando se empezaba a vislumbrar que la selección española de fútbol podía hacer algo en el mundial, los balcones del país se engalanaron de banderas en un supuesto alarde de patriotismo y orgullo nacional por las gestas de su equipo. Al menos eso era lo que muchos decían y de lo que muchos se ufanaban. Fue algo sorprendente que pilló con el paso cambiado a muchos. Yo, bastante indiferente a lo que unos deportistas pudieran hacer, veía todo con escepticismo, y tuve alguna bronca por poner en duda todo aquello. Ahora resultaba que ser patriota era colgar una bandera del balcón y jalear a unos señores en calzón corto dándole patadas a un balón.  Al final, la cosa ya parece prehistoria, y muchos de esos patriotas recogieron sus enseñas. Y los que no lo hicieron, los más patriotas, dejaron que el tórrido verano pasara por encima de sus enseñas, destiñéndolas, dejándolas más de acuerdo con la realidad del país. Y más acordes con su patriotismo. Un patriotismo desteñido, tristón, cutre, cochambroso. Muy español, en resumen.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Coche y/o bicicleta

Un signo más de la dinámica esquizoide de nuestra sociedad y por ende de nuestros gobernantes: mientras unas administraciones nos animan y espolean a usar el transporte público y la bicicleta, otras consideran que la venta de coches es importante para la economía, y ponen en marcha medidas para que se incremente. No son entidades rivales que luchen por nuestra aceptación y/o consentimiento, son administraciones distintas, pero todas estado, todas gobierno, aunque a veces pongan velas a Dios y al Diablo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Retrovisor nocturno

No me gusta conducir por la noche fuera de la ciudad. No por miedo a la carretera y a lo que tengo por delante. Al contrario. Lo que me inquieta es la total oscuridad que se ve por el retrovisor. Al final el recorrido se transforma  de un "ir a" a un "huir de".

martes, 2 de noviembre de 2010

La incurable enfermedad

A veces aún acudes al primer plano de mi mente. Cualquier estupidez lo puede lograr, no hay norma. He llegado a comprender que va a ser así siempre, que no hay remedio y es inútil luchar. Como esas enfermedades que no desaparecen hasta que te mueres, con las que hay que convivir. Con la salvedad de que para esto no hay pastillas.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Maternidad

Se opera en las mujeres un cambio tremendo cuando son madres. Si tiene que ver con las tormentas hormonales, con el cambio físico que se opera en el cuerpo, o con la variación de prioridades vitales que se produce, es algo que desconozco. Pero sea como fuere, es algo que va más allá de todo esto. Adquieren las mujeres un aura especial con la maternidad, una especie de plenitud plena, si se me permite la redundancia. Se las ve más mujeres, más poderosas. No es exactemente que antes fueran menos mujeres, solo es que no eran madres. Y eso es un poderoso matiz.