sábado, 6 de noviembre de 2010

A mí también me marcaron los Goonies

Permítanme hoy un pequeño ejercicio de nostalgia. Resulta que se cumplen 25 años de los Goonies, película que marcó a muchos de los que ahora andamos en la treintena. Nos pilló en la media infancia, cerca de los diez años, en ese momento en que se es muy receptivo para las aventuras y la fantasía. Y claro, la historia de un grupo de niños/jóvenes en busca de un fantástico tesoro pirata mientras huyen de la persecución de la mafia lo tenía todo para encandilarnos a muchos.


Aún recuerdo la primera vez que la vi. Fue en el colegio, en cuarto de EGB. El profesor, Maximiliano, nos llevaba a veces en las clases de la tarde a ver películas que alquilaba (ahora intuyo que en realidad quería escaquearse de dar la clase, y esa era la excusa). La sala de video era un sitio lúgubre. Situada en la parte más vieja del edificio (el colegio tenía cerca de cien años), se accedía a ella por pasillos estrechos, mal iluminados y de techo bajo. La sala no era de lo más grande, en algún tiempo fue una especie de capillita, ya que no tenía ventanas y había una hornacina en la pared, lugar que ocupaban el televisor y el video. El camino y la sala en sí nos impresionaban un poco, predisponiéndonos emocionalmente a las películas que nos ponía el profesor (allí mismo vi los Cazafantasmas, Grease, Top secret...). Era una especie de ruta iniciática hacia el cine, ya que se trata de las primeras películas que recuerdo haber visto con plena conciencia, estando atento y enterándome de (casi) todo. 

No fue la última vez que vi la película. Hice que mis padres la alquilaran, y cuando la dieron por televisión, la grabé y la revisité siempre que tenía ocasión, como hacen los niños, que son capaces de visionar infinitas veces su cinta favorita. Mis compañeros y yo nos lanzamos a inventar mapas y a buscar tesoros, e incluso creamos un "club goonies", con carnet y todo, e incluso teníamos nuestra chica favorita de entre el grupo de protagonistas (en una edad en la que las chicas aún nos quedaban algo lejos). No fue mala época, la recuerdo ahora con una sonrisa, desde la distancia de los años que han pasado. 

Ahora hace mucho que no he vuelto a ver los Goonies, muchos años. Pero aún recuerdo muchos detalles, y también la trama(cosa que no puedo decir de otras películas que he visto más recientemente). Y aunque haga demasiado, a veces todavía me descubro imitando a Sloth cuando como chocolate: ¡Chocolateeee!

5 comentarios:

Jarttita. dijo...

Ainssss, ese beso entre la chica y el hermano pequeño...

¡¡Pedazo peli, Pez!! Qué felices éramos...

Johannes A. von Horrach dijo...

No comparto el gusto por esta película. De hecho, la vi sólo una vez y apenas recuerdo nada.

Pero recordando películas ochenteras que sí marcaron mi infancia (junto al 'Nosferatu' de Murnau y a, ejem, 'Este muerto está muy vivo'), he caído en una pequeña producción canadiense de terror, 'El íncubo', que me tuvo obsesionado durante años, palabra, sobre todo por su abracadabrante momento final, del que sólo puedo decir que tal vez tenga algo que ver con mis obsesiones ctónicas. Dejo el trailer:

http://www.youtube.com/watch?v=rdOSFmj-FJE

Johannes A. von Horrach dijo...

PD: bueno, 'Nosferatu' no era ochentera ni mucho menos, pero yo la vi por primera vez en una sesión de cine mudo de TVE2 allá por 1986, creo.

PENSADORA dijo...

Joer Dr. H, ya de pequeñito apuntaba maneras!

Yo no la ví Pez, yo fui más de los Cazafantasmas pero recuerdo bien la canción de Cindy Lauper ¡me encantaba!.

El Pez Martillo dijo...

Ya lo he dicho, muchos la vimos y la disfrutamos.

Horrach, yo también vi Nosferatu de niño (algo más mayorcito que usted, creo que ya debía tener los 10 años), y me encantó, claro. Y Psicosis. Y el exorcista.

Saludos.