miércoles, 29 de febrero de 2012

Del aprendizaje y las escuelas

Es sorprendente que haya gente que se sorprenda de que hay cosas que no se aprenden en los colegios. Acuden al tópico de que "eso no lo enseñan en ninguna escuela". Y pretenden, claro, que eso que aprendieron fuera y que puede que sea más importante descalifique a las escuelas. Pero, ¿de verdad son tan ingenuos que no saben que hay cosas que los profesores no enseñan? La alternativa es: o lo creen de verdad, se engañan, o nos quieren engañar. Ninguna de las opciones es agradable ni les deja en buen lugar. 

Desde luego, qué poco aprendieron algunos en el colegio...

miércoles, 22 de febrero de 2012

Esta noche

El hombre es esta noche, esta Nada vacía, que contiene todo en su indivisa simplicidad: una riqueza de infinitas representaciones, de imágenes, ninguna de las cuales llega precisamente a su espíritu, o (más bien) no están en él como realmente presentes. Es la noche, la interioridad o intimidad de la Naturaleza lo que existe aquí: (el) Yo personal puro. En torno a las representaciones fantasmagóricas está la noche: entonces surge bruscamente, aquí, una cabeza ensangrentada; allá, una aparición blanca; y ambas, bruscamente también, desaparecen. Esa es la noche que se advierte al mirar a un hombre en los ojos: se hunden entonces las miradas en una noche que se vuelve terrible; es la noche del mundo que se presenta ante nosotros. 

Georg Wilhelm Friedrich Hegel

martes, 21 de febrero de 2012

No te quejes

Remugas de alguna cuestión de tu trabajo, y siempre aparece alguien que te espeta eso de "no te quejes, que al menos tienes trabajo". Y es algo que me molesta bastante, sobre todo en los últimos tiempos, en que se dice con más virulencia, y parece que no pudiera uno quejarse de nada. Ciertamente, hay que alegrarse de tener un trabajo, ya que cada vez hay menos gente que lo tiene. Pero eso no quita que haya cosas de ese trabajo que gusten más o menos. ¿O es que acaso hemos de aceptar acríticamente todo, no ver lo mejorable o desagradable que las cosas tengan? No, parece hoy en día hay que ser unos adalides del buen rollito, poner al mal tiempo buena cara y nunca borrar la sonrisa de la boca. Y si nos dan latigazos, alegrarnos de que nos los den por nuestro bien, que a ver cómo estaríamos sin ellos. Y nunca dejar de dar balidos de agradecimiento, que parece que es lo menos que podemos hacer. 

Claro que las cosas tienen su lado positivo, que por ello las escogemos o preferimos vivirlas a otras. Pero si hay positivo también hay negativo, y que el cálculo de nuestros intereses nos lleve a aceptarlo, no es óbice para que deje de ser negativo y haya días en que pese más que otros. ¿O es que ustedes quieren vivir en un mundo monocromo rosa?. 

Como dijo una vez una amiga refiriéndose a esos lemas de anuncios de compresas: sí, ser mujer es maravilloso, pero la regla es un coñazo. Pues eso. 

lunes, 20 de febrero de 2012

Desviando culpas

Resulta habitual la retórica de echar la culpa de algunos hechos a las víctimas y no a los culpables. Y si no a las víctimas, a los que no tienen  la culpa directa del asunto. El ejemplo clásico es el de las mujeres violadas, que para algunos lo fueron por ir provocando al personal. 

La última ha sido ver en las noticias locales al dueño de un comercio que ha tenido que cerrar echándole la culpa a la clientela de no ir a comprar a su tienda (no lo decía como una circunstancia, sino directamente acusándoles de no estar concienciados con su empresa). Y digo yo que sí, que claro que los ingresos le habrán descendido y se habrá visto obligado a cerrar el negocio. Pero alguna razón habrán tenido los compradores para dejar de comprar en ese lugar, ¿no? Y ahí sí que puede tener algo que ver el dueño.

Que tampoco es que haya que fustigarse, pero creo que nos hace falta un poco de autocrítica y que por ahí van algunos tiros de lo que nos pasa.

viernes, 17 de febrero de 2012

La utilidad de la filosofía según Deleuze

Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve ni al Estado ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene este uso: denunciar la bajeza del pensamiento bajo todas sus formas. ¿Existe alguna disciplina, fuera de la filosofía, que se proponga la crítica de todas las mixtificaciones sea cual sea su origen y su fin? Denunciar todas las ficciones sin las que las fuerzas reactivas no podrían prevalecer. Denunciar en la mixtificación esta mezcla de bajeza y estupidez que forma también la asombrosa complicidad de las víctimas y de los autores. En fin, hacer del pensamiento algo agresivo y afirmativo. Hacer hombres libres, es decir, hombres que no confundan los fines de la cultura con el provecho del Estado, la moral o la religión. Combatir el resentimiento, la mala conciencia, que ocupan el lugar del pensamiento. Vencer lo negativo y sus falsos prestigios. ¿Quién, a excepción de la filosofía, se interesa por todo esto? La filosofía como crítica nos dice lo más positivo de sí misma: empresa de desmixtificación. Y, a este respecto, que nadie se atreva a proclamar el fracaso de la filosofía. Por muy grandes que sean, la estupidez y la bajeza serían aún mayores si no subsistiera un poco de filosofía que, en cada época, les impide ir todo lo lejos que querrían, que respectivamente les prohíbe, aunque sólo sea por el qué dirán, ser todo lo estúpida y lo baja que cada una por su cuenta desearía. No les son permitidos ciertos excesos, pero ¿quién, excepto la filosofía, se los prohíbe? ¿quién les obliga a enmascararse, a adoptar aires nobles e inteligentes, aires de pensador? Ciertamente existe una mixtificación específicamente filosófica; la imagen dogmática del pensamiento y la caricatura de la crítica lo demuestran. Pero la mixtificación de la filosofía empieza a partir del momento en que ésta renuncia a su papel... desmixtificador, y tiene en cuenta los poderes establecidos: cuando renuncia a detestar la estupidez, a denunciar la bajeza. Es cierto, dice Nietzsche, que actualmente los filósofos se han convertido en cometas. Pero desde Lucrecio hasta los filósofos del siglo XVIII debemos observar estos cometas, seguirlos todo lo posible, hallar su camino fantástico. Los filósofos-cometas supieron hacer del pluralismo un arte de pensar, un arte crítico. Supieron decir a los hombres lo que ocultaban su mala conciencia y su resentimiento. Supieron oponer a los valores y a los poderes establecidos aunque no fuera más que la imagen de un hombre libre. Después de Lucrecio ¿cómo es posible preguntar aún: para qué sirve la filosofía. 

Gilles Deleuze (1925-1995)
Nietzsche y la Filosofía

viernes, 10 de febrero de 2012

Encuestando

A menudo se publican encuestas rápidas en los medios. Desde que está internet, aún más. Preguntas con varias opciones a las que la gente vota. Los resultados, que no son de lo más científico, se presentan con cierto bombo y platillo. Como si fueran un estudio sesudo de la verdad, no siendo más que un sondeo de la opinión del personal. Y es que a estas alturas, a pie de calle, todavía parece que no nos hemos aclarado con eso de la opinión y la verdad.

Al fin y al cabo, la opinión de los demás no nos importa, o no nos debería importar demasiado, sobre todo a la hora de formar la nuestra. Y la verdad, puede que tampoco nos importe demasiado (y si lo hace, es claro que a ella nosotros le importamos más bien nada).

jueves, 9 de febrero de 2012

Otro miliario

Ahora que me sitúo frente a un nuevo miliario de mi vida, siento que el grueso ya me queda a las espaldas, que no doy mucho más de mí. Si tenía algunas potencialidades, ya se cumplieron. Ahora sólo queda vagar por el tiempo esperando el desenlace, intentando no empañar con él el poco brillo que le haya podido sacar a la vida.

Por otra parte, y consciente de que puede que ya tenga más por detrás que por delante, algo en mis tripas se rebela y me dice que hay que luchar un poco más, que aún no he tenido bastante. No sé muy bien para qué ni por qué. Tal vez sólo sea la lucha por la lucha, que no es poco. 

¿Era esto la vida? ¿Esto? Bien, vamos a ver qué nos depara la próxima milla, cómo la pavimentamos, qué flores nos alegraran con sus colores y aromas en la cuneta, qué chaparrones la embarrarán y qué soles la calentarán. En definitiva, vamos a seguir viviendo. Aunque no valga la pena, aunque ya no sirva para mucho.

sábado, 4 de febrero de 2012

Otra estampa palmesana (el día de la nevada)

En los comentarios del blog se decía el otro día que si no había nieve este año, que estaba el invierno flojo. Antes tendríamos que haber hablado. Tanto hablar del caldo, que nos han caído varias tazas:  
Foto tomada de El Mundo

 Foto tomada de Ultima Hora

No hace falta decir que es algo excepcional, que sólo los más viejos del lugar recuerdan algo parecido. Y que probablemente será de esas cosas que contemos dentro de muchos años a los jóvenes y no nos creerán.