martes, 19 de febrero de 2013

El nuevo reino donde la belleza será la reina

La venturosa concordia, el Ser, en el único sentido de la palabra, está perdido para nosotros, y teníamos que perderlo si habíamos de aspirar a él, de conquistarlo luchando. Nos separamos del apacible Uno y Todo del mundo para producirlo por nosotros mismos. Estamos enemistados con la naturaleza, y aquello que antaño, como puede creerse, era uno, pugna ahora, y el dominio y la servidumbre se alternan en ambas partes. A menudo nos parece como si el mundo lo fuese todo y nosotros nada, pero a menudo también es como si nosotros lo fuésemos todo y el mundo nada. [...]

Acabar aquel eterno combate entre nosotros mismos y el mundo, devolver la paz de toda paz que a toda razón supera, unirnos con la naturaleza en un todo infinito, tal es el objetivo de toda aspiración nuestra, pongámonos de acuerdo o no. Pero ni nuestro saber ni nuestro actuar alcanzan en período alguno de la existencia el extremo en el que todo conflicto cesa, en el que Todo es Uno; la línea definida sólo se une con la indefinida en una aproximación infinita

No tendríamos ninguna idea de aquella paz infinita, de aquel Ser, en el único sentido de la palabra, no aspiraríamos a unir la naturaleza con nosotros, no pensaríamos ni actuaríamos, no habría absolutamente nada (para nosotros), incluso nosotros no seríamos nada (para nosotros) si no existiera, no obstante, aquella unión infinita, aquel Ser, en el único sentido de la palabra. Existe -como belleza; nos espera, para decirlo con palabras de Hiperión, un nuevo reino donde la belleza será la reina.-

Friedrich Hölderlin (1770-1843)
Segmento de una penúltima versión de Hiperión

4 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Prometedor el tal Hosdeslin. ¿Dónde juega, en el Madrís?

El Pez Martillo dijo...

Jugó en juveniles en el Tubinga junto a Hegel y Schelling. Aquello sí que era un tridente...

Johannes A. von Horrach dijo...

ah, ya recuerdo, el chico tenía a su alrededor una gran aureola (¡el mejor juvenil de Alemania y centroEuropa!), pero no llegó a jugar en el primer equipo. Dicen que se pasó al cricket antes de perder los papeles.

El Pez Martillo dijo...

Eso dice la leyenda, pero algunos le consideran el auténtico fundador del estilo de juego idealista.