viernes, 22 de agosto de 2014

Tablas de salvación

Imaginémonos en el mar, de noche, en medio de una tremenda tormenta. Nuestra embarcación se ha hundido y estamos a merced de las olas, con un simple salvavidas que no impide que con el oleaje traguemos agua. De pronto, la luz de la luna nos deja intuir una forma que parece flotar mejor que nosotros. Es un madero. No muy grande, pero lo suficiente para que nos podamos agarrar a él y creamos que va a sostenernos en medio del temporal hasta que vengan a salvarnos o que las corrientes nos lleven a alguna orilla. No importa que en realidad sólo nos aporte un aumento infinitesimal de posibilidades de sobrevivir, lo importante es que creamos que en ese triste pedazo de madera está nuestra salvación. Es más, nos sostiene más esa creencia que el material en si. 

Ahora trasladen esto a la situación nacional (e internacional, porqué no), y tal vez podamos explicar el auge de algunos movimientos. 

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