martes, 18 de agosto de 2015

Ovejas y pastores

Por todas partes se oye al rebaño. Argumentos repetidos por doquier, los mismos enfoques, las mismas respuestas. Y si hay alguien original, lo es para ser pastor, para que los espíritus ovejunos expandan sus novedades y le creen un rebaño sobre el que creerse dueños. 

En parte está bien, porque así es fácil detectarlos: se les pone un señuelo, y si saltan cual mecanismo automático con una respuesta estereotipada, ahí hay una oveja. Con los que quieren ser pastores también resulta fácil: tan sólo hay que fingir sumisión, lamerles un poco el culo, y si les gusta la situación y no huyen o te hacen huir a ti, he ahí alguien con voluntad de pastor.

No hay comentarios: