viernes, 21 de octubre de 2016

Expresión sentimental

Siempre he tenido dificultades con la expresión de mis sentimientos. Me cuesta sacarlos a pasear, y cuando lo hago, no siempre es de la forma más adecuada. Soy un torpe sentimental, y los años, a pesar de ir acumulando experiencias, parecen agudizarlo. A veces me ahogo en ellos y me asfixian, pero no soy capaz de abrir las compuertas y dejarlos fluir. Temo que puedan arrasar con todos los terrenos que poco a poco he ido cultivando y que de alguna manera son mi sustento. Los tengo tras una presa, cuando debería canalizarlos.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Comercio solidario

De un tiempo a esta parte proliferan las cadenas del tipo "si llegamos a los 1000 me gusta, la empresa X pagará Y euros para la investigación de la enfermedad rara de Z". Ahora va por las redes sociales. Antes era lo de los tapones de plástico, que si se acumulaban nosécuántos miles, le daban una silla de ruedas especial a alguien. Esta manera de actuar me exaspera. 

Más allá del bien que se pueda hacer a alguien, me parece que si determinadas empresas quieren ayudar y hacer donaciones, que lo hagan directamente, sin condicionarlo a que el personal haga algo. Porque con estas cadenas lo que están haciendo las empresas es aprovecharse de la bondad de la gente que quiere colaborar, y de la desesperación de los afectados que necesitan ayuda para hacerse publicidad y asociar su nombre a una buena causa, y que al final la gente se acerque a ellos porque "mira qué buenos que son que han pagado X a Y" y no por sus productos y servicios, que es lo que en realidad nos tienen que vender. Lo cual se parece mucho a dar gato por liebre. 

domingo, 16 de octubre de 2016

Bob Dylan. Oh sister & Simple twist of fate

En las entradas de los domingos suelo poner alguna canción. Hoy no puedo poner otra que del flamante nuevo premio Nobel de literatura, Bob Dylan, que llevaba años en las quinielas (pero, confesémoslo, como una opción más bien bizarra), y que el año pasado incluso estaba fuerte en las apuestas, pero al que este año nadie había nombrado. 

Aunque a priori no acabo de verlo, como Dylanita (o Dylaniano) que soy, me he alegrado. Que se den reconocimientos a tus ídolos siempre es agradable. Tampoco me ha disgustado el debate que se ha generado en torno al asunto. ¿Que no ha publicado libros? Bueno, el libro solo es un medio, y creía que la literatura tenía que ver con el lenguaje y no tanto en sus medios de transmisión (aunque el medio influye en el juego que se le puede dar a las palabras). En cualquier caso, me hace gracia que se tenga en cuenta la oralidad y el carácter primitivo (de cuando los rapsodas y juglares iban recitando sus historias por las plazas) ¿Sobre su calidad como poeta? No la conozco en profundidad, porque no entiendo demasiado de poesía y porque no sé tanto inglés como para apreciar las letras en toda su dimensión (además de que siempre he prestado poca atención a las letras de las canciones, sean de quien sean).

Sea como sea, a toda la ristra de premios y reconocimientos que tiene (Grammys, Globo de oro, Oscar, Pulitzer, Príncipe de Asturias de las Artes), ahora le ha de sumar el Nobel. Y como Dylaniano (o Dylanita), he de confesar que me encantaría que no fuera a recogerlo, como hace a menudo (de momento, aún no ha dicho ni mu sobre el Nobel). 

Para ilustrar la entrada, se hace difícil escoger un tema suyo: son tantos y tan buenos, que uno no sabe si decantarse por su primera etapa folk, por la rockera, por la country, por la intospectiva, la religiosa, o la más actual (quitando al Dylan que canta por Sinatra, que no es lo mejor que ha hecho, la verdad), pero creo que me voy a la etapa de mediados de los 70, cuando hacía temas largos, sin estribillos y en los que no paraba de decir cosas. Y como estoy con el dylanismo subido, dos temas por el precio de uno.


sábado, 15 de octubre de 2016

Revisando el pasado

En este afán de algunos de mirar atrás y revisar injusticias del pasado hay un impulso nihilista muy sintomático. Desprecian el mundo, precisamente el mundo que les ha hecho posibles a ellos y querrían que fuera de otro modo. De un modo que sólo cabe en sus ensoñaciones morales. Obviamente, esto no quita que haya cosas que se tengan que aclarar, episodios oscuros y desagradables que reconocer, personajes que hubiera sido mejor que no hubieran existido. Pero esas cosas ocurrieron y poco podemos hacer ahora. Lo mejor es asumirlo y reconocer que a lo mejor en ellas está la semilla de lo que ahora somos.

Pero más importante me parece el evitar, si tan puros queremos ser, que las injusticias se cometan hoy en día, no repetir esos errores con los que ahora nos quieren fustigar. Porque puede ser que en nombre de la justicia y la moral se estén cometiendo las injusticias que en el futuro haya que expiar.

viernes, 14 de octubre de 2016

Personas agujero negro

Hay personas que son agujeros negros: te atraen con una fuerza irresistible que acaba destrozándote, pero a su vez son capaces de generar toda una galaxia, en la que se albergan infinitos mundos(que se irán precipitando en ellas sin remisión)

jueves, 13 de octubre de 2016

Diario de oniria

He decidido empezar a llevar un diario de sueños. Porque es un terreno que cada vez me interesa más. No se trata de hacer interpretaciones peregrinas, ni de buscar premoniciones ni nada raro. Tan sólo describirlos, intentando remarcar aquello más llamativo. Anotaré el relato, lo que sucede, pero también elementos externos a ellos, como la hora a la que los sueño (siempre y cuando sea posible, en el caso de que me despierte en su transcurso), su relación con eventos de la vigilia pasados o futuros (insisto, no premoniciones, pero puede ocurrir que si mañana o pasado he de tomar un avión, hoy sueñe con aviones, por ejemplo), así como el impacto emocional que generan (porque a veces algunos sueños te colocan en una determinada disposición anímica que perdura hasta bien entrado el día). 

Porque todo ese tiempo que pasamos dormidos también estamos vivos y nos ocurren cosas. Cosas que pueden ser importantes. A un insomne como yo nada le apetece más que bucear en las profundidades del sueño. Y quién sabe, a lo mejor el interés haces que duerma más.

En principio es algo privado, pero no descarto publicar alguno de mis sueños aquí (como de hecho ha ocurrido en alguna ocasión).

lunes, 10 de octubre de 2016

Transplantados

Laura y Marcos ya no son padres. Ni siquiera son pareja ya. Su hija de cuatro años sufrió un golpe en la cabeza que no pudo superar. Una caída tonta. Sus órganos fueron donados y se repartieron. Desde entonces, Laura (¿hace falta que diga que es un nombre ficticio?), ha conseguido averiguar a qué lugares fueron enviadas las vísceras de su niña, y viaja a menudo a ellos, con la esperanza de cruzarse con alguien que lleve una parte suya aún viva. Cree que, si llega ese momento, lo percibirá de algún modo. Es lo que la mantiene con algo de esperanza en esta vida. 

Marcos sin embargo se ha vuelto taciturno. La alegría que antes le caracterizaba se ha volatilizado, hasta el punto de que Laura ya no lo reconoce y no ha podido seguir con él, lo cual no ha parecido importarle demasiado.

Ambos viven una vida insípida y neutra. No son los mismos. De algún modo, los dos también han sido transplantados, pero a un suelo estéril en el que ya no hay crecimiento posible, sólo un marchitarse eterno.

martes, 4 de octubre de 2016

En la encrucijada

Saberte en una encrucijada. Ser consciente de que es el momento de tomar decisiones, las cuales van a dar un nuevo rumbo a tu vida. Que hay varias sendas por delante, unas en apariencia más cómodas y transitables, otras más correosas pero que prometen paisajes hermosos. 

Es hora de escoger. Sabiendo que en el fondo no hay ninguna razón de peso para seguir una vía u otra. Ahora he frenado. Toca mirar a ambos lados y pisar el acelerador.

sábado, 1 de octubre de 2016

De las canciones que pasan desapercibidas

Hay canciones que forman parte de nuestro ambiente, que tenemos tan naturalizadas como el aire que respiramos. Me refiero a esos clásicos que todo el mundo se sabe, que ilustran épocas o momentos de la historia colectiva, que se quedan a fuego en la memoria emocional de más de una generación. A estos temas los tenemos tan interiorizados que no les prestamos la debida atención, son como ese ruido del tráfico que se cuela por la ventana, que está ahí pero que no oímos en su verdadera dimensión. 

Por eso conviene de tanto en tanto detenernos en ellas, prestarles atención y ser plenamente conscientes de lo que en realidad son. Ayer me ocurrió con una, que la escuché como nunca la había escuchado, y creció. Mucho.