domingo, 29 de octubre de 2017

The divine comedy. To the rescue.

Más novedades de mis meses de ausencia. Mr. Neil Hannon, el hijo del obispo, ha sacado nuevo disco, titulado Foreverland. Y como acostumbra, es otra delicia de pop elegante y con clase, delicado y con destellos de ironía (en este sentido destaca, How can you leave me on my own, oda a los Rodríguez, abandaonados a sí mismos por sus parejas por unos días). A destacar esta joyita:

sábado, 28 de octubre de 2017

Los del 78

Soy del 78. Del mismo año que esa constitución que ahora tantos denostan porque parece que van apareciendo sus flaquezas. Es lo que toca ahora: la crisis de los 40, y todo parece venirse abajo. Pero cuando tengamos más perspectiva sabremos ver (espero) también los aciertos y la sensación de derrumbe e imperfección se vea atenuada. No es lo mismo ver un edificio en ruinas desde fuera que vivir dentro, y a veces pasa que una fachada cochambrosa esconde un acogedor hogar (y viceversa: una casa ultramoderna y estupenda puede resultar fría y hostil). No se trata, pues, de derribar el edificio y construir de cero. Una buena restauración, llevada a cabo por un buen equipo y manteniendo las estructuras básicas podría ser suficiente y deseable. Porque, creánme, se me pone mal cuerpo y me tomo como algo personal todo este ataque al régimen del 78 (hay gente que le molesta eso de régimen, pero a mi no, es un régimen político), puesto que aunque a algunos ya se les empieza a notar algún declive, otros estamos en perfecto estado y dispuestos a dar mucha guerra, a pesar de que ya no estemos en garantía.

viernes, 27 de octubre de 2017

Insegura seguridad

Damos muchas cosas por supuesto. Tenemos el camino alfombrado y mullido por una miríada de seguridades en las que ni reparamos. Pero que el día que falten vamos a echar mucho de menos, porque debajo no es que esté el duro suelo, es que no hay nada, solo el abismo. Ahí está el peligro: de tan por supuesto que las damos, parece que fueran eternas y que van a estar ahí hagamos lo que hagamos. Nada más lejos de la realidad. Se pueden perder, es muy fácil, y a veces parece que nos esforzamos en ello de forma inconsciente y temeraria. Lo peor es que consumada la tragedia, no nos enteraremos de lo que ha ocurrido y entre lágrimas apelaremos a instancias extrañas. 

jueves, 26 de octubre de 2017

Opiniones que todo lo impregnan

Está muy bien tener opiniones y convicciones. Pero, ¿es necesario que nos estéis machacando continuamente con ello? ¿que cualquier cosa insignificante dispare el mitin y las sospechas? En serio, haceros (y hacednos) un favor y aparcad de tanto en tanto las obsesiones. El mundo no lo vais a salvar vosotros y creedme, es necesario y conveniente dejar algo al azar y no tenerlo todo atado y bien atado. 

miércoles, 25 de octubre de 2017

Liberación

La libertad se ejerce, no se predica. Por eso tiendo a desconfiar de aquellos que la pregonan y quieren liberarse y liberarme y sencillamente no lo hacen, porque a lo mejor no es la libertad lo que en realidad quieren, sino imponerse. O vivir de la lástima y perdurar en una situación que no les es tan incómoda como quieren hacer ver. En cualquier caso, poco o nada que ver con la libertad. 

martes, 24 de octubre de 2017

La pérdida

Ya lo anticipó Nietzsche con su diagnóstico del nihilismo y la muerte de Dios. Pero fue unas décadas después (concretamente en torno a y a patir de los años 30 del siglo XX) cuando se extendió la idea de la pérdida, de que se ha perdido el contacto con una parte importante de la realidad, que el ser humano se ha desgajado (escindido tal vez sea más correcto) del mundo. Al menos de un mundo muy concreto en el que había estado enraizado durante milenios. Heidegger y su mención a la época del dominio técnico del mundo, Benjamin y sus reflexiones en torno a la ruina y a la obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica, Jünger y su figura del trabajador... Todos apuntan a que se abría un nuevo mundo, en apariencia más siniestro (al menos así parece si se les lee, pero tal vez sea porque ellos aún tienen un pie en el viejo mundo), que surgía en medio de enormes convulsiones (las dos guerras mundiales, con todo su cortejo de ideologías y desmoronamientos), pero en cualquier caso marcado por la pérdida y la orfandad. Se había perdido un mundo, una relación con él y por tanto con los demás seres humanos con quien lo compartíamos. El sustituto es todo un entramado de relaciones de orden técnico, en el que todo está orientado por un para qué y cumpliendo una función. Se pretende el dominio total de la realidad desde ese punto de vista. Se perdió, en definitiva, el misterio. Un misterio que no era algo accesorio, sino que era el núcleo mismo desde el que irradiaba la vida y al que esta se debía. 

Apuntan todos estos autores a la técnica, pero no queda claro si se trata de la causa o el efecto de la pérdida, de si nos hemos abalanzado en sus brazos buscando cubrir ese hueco, o si el hueco surgió por ella. A estas alturas, quizá poco importe, y tampoco cabe pensar en un retorno como si se hubiera reencontrado lo perdido. Porque lo perdido, perdido está. 

lunes, 23 de octubre de 2017

La cosa catalana

La gente me para por la calle pidiéndome que trate el asunto catalán. Pues bien, ahí va: 

Aún gustándome la crema catalana, soy más de natillas. El azúcar quemado de arriba no me gusta, es empalagoso, y no se acerca, ni de lejos, a la canela, que es algo que me vuelve loco (en más de un sentido). La butifarra tampoco me entusiasma, me gusta más el butifarrón mallorquín (llamadme localista, pero es así). El fuet, qué queréis que os diga, tiende a endurecerse si no te lo comes rápido, y que sea tan fino no me gusta. De los calçots, sólo diré una palabra: puaj!! (ni la salsa romesco se salva). 

Y para terminar: pa amb tomàquet? pa amb oli!!!

Espero que haya quedado claro. 

sábado, 21 de octubre de 2017

Camus


El acto más importante que realizamos cada día es tomar la decisión de no suicidarnos.
El mito de Sísifo

Ando terminando la lectura de las obras completas Albert Camus, y mientras he estado con ellas, por todas partes me encontraba con su nombre: leyendo artículos, por referencias de amigos... Parece que está de moda, pero no se trata de que me haya puesto con él movido por esas alusiones. Se trata de una sincroncidad, como si hubiera una corriente que nos lleva hacia él. Sin duda, es una figura muy adecuada y hasta diría que necesitamos alguien como él en nuestro tiempo. De origen muy humilde, nacido en la Argelia aún francesa, de antepasados menorquines (por parte de madre), miembro de la Resistènce durante la guerra mundial, se enfrentó desde la izquierda (fue un anarquista lúcido) con el comunismo que la dominaba, amigo primero y luego enemigo de Sartre, premio Nobel de literatura en 1957 (que acogió con una humildad emocionante, recordando al profesor que de niño le enseñó y le brindó la oportunidad de ser algo en la vida)... toda una vida de compromiso que impregna su obra teatral, novelística y de ensayos. Adscrito a la filosofía del absurdo, su ejemplo es cualquier cosa menos absurdo. Se preocupó de lo que agarrotaba a su tiempo: de los totalitarismos a la guerra fría, y todo con un desgarro lúcido y nada apasionado (y siempre del lado de los débiles, como gustaba repetir). Especial interés tuvo en la situación de su Argelia natal, envuelta con el paso de los años en una espiral de violencia entre los colonos franceses y los árabes que deseaban la independencia (que no llegó a ver, pero que tampoco deseaba). 

De todo lo leído, mención especial para Carnets, sus diarios y reflexiones más íntimas, donde mezcla ideas, esbozos de relatos y vivencias. También El hombre rebelde, reflexión en torno a la cuestión de le rebelión, donde azota al comunismo y en lo que se había convertido con Stalin, algo que le enemistó con buena parte de la intelectualidad bienpensante francesa. Y por supuesto El último hombre, novela póstuma que portaba en el momento de su muerte y que se encontró en una cartera entre los restos del accidente automovilista en que perdió la vida en 1960. Aunque no terminada, se trata de una deliciosa autobiografía novelada, en la que relata su infancia pobre, su relación con su madre y su abuela, el profesor que fue el padre que nunca llegó a conocer... En definitiva, todo lo que le llevó a ser el que fue. 

Muchos caminos de hoy parecen confluir en Camus, el que tuvo una sonada bronca pública e intelectual con Sartre, la cual pareció perder. Pero el tiempo ha puesto a cada uno en su lugar, y a día de hoy, la figura de Albert le hace sombra. 

Próxima estación: El archipiélago Gulag. 

viernes, 20 de octubre de 2017

2000

Esta es la entrada número 2000 del blog. Me apetecía hacerlo notar. Espero que no venga acompañada del famoso efecto 2000. 

jueves, 19 de octubre de 2017

Lo que vendrá tras nosotros

Una cosa que me entristece del hecho de ser mortal (y últimamente la cuestión temporal me ocupa, cosa de ir haciéndose mayor) es el tener que perderme todo lo que vendrá después de mí. Me encantaría poder ver los avances tecnológicos que habrá, la evolución de las costumbres, los avatares históricos... Cuando lo pienso siento cierto vértigo. Podría decirse que lo pasado tampoco lo he conocido. Es cierto, pero de alguna manera lo conozco y puedo beneficiarme de él. El futuro, en cambio, es terra incognita. No obstante, lo más probable es que todos esos cambios me produjeran rechazo, como me lo producen algunas de las cosas que han cambiado de unos años acá. Así que mejor vivamos lo que nos haya tocado vivir, absorbamos todo lo que podamos y no nos dejemos nada del banquete, no vaya a ser que por andar tomando perspectiva, nos  tropecemos con lo más inmediato. 

miércoles, 18 de octubre de 2017

Desde la barrera


-Tú esto no lo has vivido, no puedes opinar sobre ello.
-Pues precisamente por eso, a lo mejor mi visión es, si no más objetiva, sí más amplia y matizada.

martes, 17 de octubre de 2017

Las monjas

Aunque la frenología esté desacreditada, uno cae a veces en la tentación de asignar determinados rasgos físicos (sobre todo del rostro) a caracteres interiores. En concreto, creo que puedo detectar la ideología de alguien por su rostro. Porque, ¿soy yo el único que detecta un no sé qué clerical en los gestos de determinada izquierda adanista y el nacionalismo más rancio (si es que es posible un nacionalismo no rancio)? Yo los llamo cariñosamente "las monjas" (así, en genérico femenino, algo que a buen seguro les complace). La cara crispada, la mirada severa, dispuestos a la reconvención en cualquier momento, seguros de su fe, taimados, detectando pecadores por doquier, aprovechando cualquier ocasión para el proselitismo... Incluso el gusto que tiene por los flequillos hace pensar en las tocas de las monjas, y una tonsura no les quedaría tampoco mal. ¡¡¡Si hasta tienen monjas (de las de verdad) mediáticas  entre sus filas!!!!

lunes, 16 de octubre de 2017

Cómo está el mercado

Más de una amiga se me ha lamentado en los últimos tiempos de que no encuentran pareja, que no saben qué nos pasa a los tíos, que no nos entienden. Yo me pongo comprensivo y les suelto algún tópico disfrazado de originalidad (ya saben, del tipo "cuando no se busca es cuando se encuentra", "hay que ser más espontáneos, darle menos vueltas a las cosas"...) para parecer ocurrente y no ser demasiado agresivo -hay que mantener la reputación de "terapeuta"-, pero yo que las conozco, para mis adentros pienso "ay, querida, a lo mejor es que el problema eres tú y no ellos". 

domingo, 15 de octubre de 2017

La bien querida. 7 días juntos.

En todo este tiempo de ausencia han caído varias buenas novedades. Una de ellas es este temazo, que engancha desde la primera escucha y que no se puede parar de reproducir. Además, cuenta con el aliciente de la colaboración de Joan Miquel Oliver, el mallorquín más galáctico, que adapta al castellano su reggaeton melancólico Dins un avió de paper.

sábado, 14 de octubre de 2017

A la contra

Una forma de sobrevivir en medio del marasmo en que nos han metido es ir siempre a la contra. Contra todo y contra todos. No creerse nada, o por lo menos creer con cautelas y peros. La confusión es tal que ya no sabemos en qué ni en quién confiar. Por tanto, si uno quiere mantenerse en pie, dado que la opción de quedar al margen de toda información parece imposible, hay que oponer resistencia. Enfrentarse. No hace falta ser agresivo, la ironía y el cinismo son buenas herramientas, y pueden procurar buena diversión. El precio es alto: broncas y rupturas, nerviosismo... pocos podrán pagarlo y se dejarán llevar por la corriente que más les convenga. Pero quien se lo pueda permitir, ganará la libertad, que es lo que en definitiva está en juego. ¿Jugamos?

viernes, 13 de octubre de 2017

La realidad me obliga

Me doy cuenta de que desde que escribo menos en el blog (y más desde que no escribo), todo anda desmandado en el mundo (en mi vida también). Desde que la realidad no encuentra aquí sus reflejos, el mundo, a distintos niveles: global, local, personal... amenaza ruina, por lo que no me queda más remedio que desempolvar el espejo y dar luz y poner orden. Espero no llegar demasiado tarde.   

jueves, 12 de octubre de 2017

Neil Young. Cortez the killer



No quiero caer en los tópicos de nuestros revolucionarios ovejunos de eslogan y retwiteo, que en un día como hoy se recrean en lo del "nada que celebrar" y en fustigar al personal por el supuesto genocidio que los españoles de aquel tiempo (señores, yo no tengo la culpa de lo que hicieron mis antepasados, ni tengo que pedir disculpas por ello) llevaron acabo en sudamérica (de lo que hicieron los anglosajones en el subcontinente norte, que sí que fue casi un genocidio completo, no se oyen tantas condenas). 

El gran Neil Young sí que cae en los tópicos de leyenda negra, y nos pinta una América precolombina idílica, casi una comuna hippie a la que Cortés llegó a sangre y fuego (aunque dicen las malas lenguas que en realidad lo que narra es autobiográfico y se refiere a la ruptura con su esposa). Sea como fuere, y aunque políticamente incorrecto, se trata de un tema soberbio, y esta versión en directo es sublime.